lunes, 4 de agosto de 2008

Conquistame, soy virgen

Era virgen de mente y cuerpo cuando le conoci. Se me hacia raro, en este mundo en el que me metieron mis padres que todo el mundo encontrara novio, noviete, lio cualquier noche antes de los 15. Pero a mi el amor no me encontro hasta más tarde LLamo a mi puerta con 19 años, habiendo sido, si, una chica perfecta para mi familia, para la sociedad no lo era. Estudiosa, puntual, honesta, justa... las chicas de mi clase no eran tan buenas chicas... y estaban, de lejos, más buenas. 20 kilos de más, llevan a una chica a no tener posibilidades con los tios buenos que conoce... y con los que conoce menos aún, por lo que tu eleccion ese dia me sorprendio gratamente.

Virgen

Era virgen de mente y cuerpo cuando le conoci. Se me hacia raro, en este mundo en el que me metieron mis padres que todo el mundo encontrara novio, noviete, lio cualquier noche antes de los 15. Pero a mi el amor no me encontro hasta más tarde

LLamo a mi puerta con 19 años, habiendo sido, si, una chica perfecta para mi familia, para la sociedad no lo era.

Estudiosa, puntual, honesta, justa... las chicas de mi clase no eran tan buenas chicas... y estaban, de lejos, más buenas.

20 kilos de más, llevan a una chica a no tener posibilidades con los tios buenos que conoce... y con los que conoce menos Sexo aún, por lo que tu eleccion ese dia me sorprendio gratamente.

Era un bar, a altas horas de la mañana. Y nunca habia salido hasta tan tarde... no se si fui tu unica opción, pero tus besos, Amor, abrieron mi ser al mundo

Te presentaste con el nombre de mi abuelo, contandome cosas que me hicieron reir... y en la calle me apoyaste en la pared para besarme

No se si fueron correctas mis palabras, ni si debi seguirte hasta donde dormias aquella noche... pero me salvaste de quedarme perdida a los 16 años sin experiencia... te fuiste y no volvi a verte así, con esa forma... aunque ya anidabas en mi corazón

Volviste a mi, amor, de nuevo, con otra forma, pero el mismo nombre, el nombre de mi abuelo.
Te presentaste de improviso, y la primera vez que te vi pense que eras mi amor platonico de turno, pero me equivoque

Te vi desaliñado, despistado, con un aire de niño en los ojos
Rubio, alto, enorme... mi sobrepeso no sera problema para tus biceps...

Tienes para elegir esta noche, pero me eliges a mi
Yo ya te queria antes de conocerte
y has vencido todas las dificultades que te he impuesto.
Amor, me has liberado de mi verguenza
de mis complejos
de mi mente
y de mis limitaciones

te ofrezco mi cuerpo
aunque tambien mi alma esta a tu disposición

y tu, Amor, me respondes del mismo modo
No es necesario palabras para hablar, cuando me dices, ven a verme esta tarde

Me adentro en tu habitación,
no me desvisto
pues se que te gusta desnudarme... te da más misterio, ´
te levantas a buscarme, y tus manos se meten por debajo del top para tocarme la cintura... estamos sincronizados a un ritmo que no sabemos
las piernas, las entrepiernas, los pechos se unen en un abrazo. Nos acoplamos como un yin yang, tu cabeza en mi cuello, mi cabeza en tu hombro, y tu olor se mete en mi nariz recordandome que eres real
Busco tu boca para darte mi primer regalo, un beso de bocados cortos, primero solo rozando tu piel, luego atrapando suavemente tu lavio superior entre los mios. tu boca me atrapa...nos besamos como si tuvieramos todo el tiempo del mundo y todo el mundo hiciera lo mismo que nosotros... no hay ruido de coches, no hay otros habitantes en la casa, solo tu y yo

me quitas el top, aunque no esperabas encontrar este dia lenceria, el sujetador de encaje blanco parece que me queda mejor d elo normal
Los pechos, más grandes que la media, se enseñan en su mejor magnitud y no puedes esperar para besarlos
los pezones se endurecen rapidamente, casi no te bastan las manos para tanta curva...
yo aun casi vestida, y te desnudo completamente
no es ni grande ni pequeña, pero ya hemos comprobado muchas veces que es mi talla.
te toco un poco en tu sexo, pero ya se que no es lo que mas te gusta... me quito la falda, y acerco mi entrepierna, aun cubierta, a tu entrepierna, y te hago sentir mi hendidura por sobre la ropa... se pone más dura... los abrazos son completas caricias, no importa más para llenarnos, no hay actos de sumision, ni de dominación, tampoco fantasias irreales, ni situaciones imposibles... una pareja, en una habitacion, amandose más que nunca
me quieres en tu cama, y no me niego a ello
los besos van y vienen mientras completas la ruta de mi cuerpo con tus manos...tu lengua me roza el interior d emi boca, lame mis mejillas, y se aposenta en mi cuello para succionar hasta el chupon... y eso si es demasiado ya

entra por favor, entra en mi
tiene la punta humeda, pero no me importa
ya hemos hablado de los hijos...
la frotas levemente hacia arriba, para hacerte desear más y tengo que dar yo el golpe de cadera para que te alojes en mi

El suspiro es conjunto, y el calor indescriptible...
tu barba me araña la mejilla, pero no importa
no se que hacer con los brazos.. . y termino por levantarlos y encontrarme con tus manos alla arriba...
continuamos haciendo el amor con las manos enlazadas, mirandonos a los ojos, sabiendo que si no existiera nadie más en el mundo nos daria igual
cuando me miras así siento que me fundo, necesito besarte, darte más... mis pezones rozan tu pecho una y otra vez y eso no hace más que excitarme cada vez más

pronto empiezan los fuegos artificiales
la mente se vacia, la consistencia del aire cambia. la luz se aclara y las explosiones se reproducen, primero en el sexo, luego en el trasero , subiendo, lumbares, espalda, hombros brazos... agarro tus nalgas con mis manos, y tus piernas con mis pienras... hoy no te escapas....
es demasiado... y tu ritmo aumenta, aceleras levemente la marcha, mis fuegos artificiales estan en la cuspide y grito... y tienes que taparme la boca para que no se enteren los vecinos... aguanta aqui , que ahora vengo...
y me siento llena de tu energia, palpitamos juntos... te quiero amor, te quiero...

nos quedamos abrazados, unidos por esas muescas que nos dejo la naturaleza,...y el resto del mundo sigue sin existir.

Imagine mil veces y...

Allí estaba él, sentado con sus amigos tras el maravilloso concierto que habían hecho. Y allí estaba yo, pagando un hotel que ni en mis mejores momentos me podría volver a permitir, sólo por poder verle cerca, más de cerca. Observaba cada sonrisa, cada gesto sin poder quitarle la vista de encima. En algún momento él sintió mi mirada...alzó la vista y me miró con el azul increible de sus ojos. Su pelo oscuro y medio rizado, sin un corte específico

Allí estaba él, sentado con sus amigos tras el maravilloso concierto que habían hecho.

Y allí estaba yo, pagando un hotel que ni en mis mejores momentos me podría volver a permitir, sólo por poder verle cerca, más de cerca.

Observaba cada sonrisa, cada gesto sin poder quitarle la vista de encima. En algún momento él sintió mi mirada...alzó la vista y me miró con el azul increible de sus ojos. Su pelo oscuro y medio rizado, sin un corte específico, esa barba de 3 dias ...le daba un aire más sexy de lo que yo ya estaba acostumbrada a ver... en fotos, escenarios, videos. Un escalofrio de deseo recorrió todo mi cuerpo, y entonces él me sonrió, alzo su copa de vino blanco e hizo un brindis conmigo. Yo sonreí, aquello era un sueño y no queria despertar.

Sus amigos se levantaron, era hora de ir a cenar. Fueron saliendo del lugar, rodeados de fans como yo, deseosos de una foto o un autógrafo, una sonrisa... pero yo estaba inmovil, era incapaz de levantarme y acercarme a él, que se había quedado allí apurando el último trago de su copa. Debía acercarme, para eso había ido pero mi cuerpo no respondia a mi cerebro.

Ows se levantó finalmente y al pasar por mi lado murmuro:

- Esperame, solo cenar y regresamos.- guiño un ojo de mirada dulce.

Y allí me quede yo, más paralizada todavía. ¿Me lo había dicho a mi? Observé con disimulo a mi alrededor, allí ya no quedaba nadie, los que quedaban se habían ido tras él.

¿ Debía subir a cambiarme? No, porque tal vez sólo se estaba riendo de mí, otra fan tonta. Mil dudas acudieron a mi cabeza, me levante y fuí a los servicios. Allí me observe, pelo cobrizo y ondulado, peinado para la ocasión, buen maquillaje, un vestido a la ultima moda con un buen escote, siempre me gusto mi pecho, era hermoso y voluptoso y subida en aquellas sandalias me sentia muy cómoda, femenina, arrebatadoramente femenina. Pero él seguramente no había podido verme bien, tan solo la cara entre la gente.

Por algún extraño motivo me quede allí pensando que tal vez estaba haciendo el mayor ridículo de mi vida... pero no podía irme sin saber que habría pasado.

Pasaron dos largas horas y ya había decidido irme en 5 minutos cuando se abrió la puerta del hall y apareció él. Se masajeo el pelo y entró, en ese instante pense, "tierra tragame". Al verme sonrió ampliamente, y supe que aquellas palabras si eran para mí.

-¿Me dejas invitarte a una copa?- Sexo me preguntó acercándose.

Sonreí feliz, una y mil copas. No queria que se rompiera ese momento.

Tomamos esa copa, hablando como si nos conocieramos de toda la vida.Tras una hora me dijo:

- No pienses mal pero la gente estará a punto de llegar y no me gustaria que nos molestasen, estoy muy agusto contigo.

-Comprendo... ha sido un placer...gracias por la oportunidad que me has dado de conocerte un poquito.

-No, no, no me has entendido, no quiero irme sintí. Podíamos subir a mi cuarto y seguir allí charlando. Palabra- alzo su mano a modo de promesa.

- Pero...- a esas alturas yo era ya la mujer más feliz del mundo y ahora iba a subir con él.- Claro que si, pero que sepas que no es algo que yo haga normalmente.

Fue increible pero lo cierto es que en el ascensor nos quedamos mudos, era la planta 11 y alli estabamos los dos callados pero mirándonos intensamente. Yo notaba que el pulso se me aceleraba cada vez más, me notaba como sofocada, casi me faltaba aire.

-Eres muy bonita- dijo él cuando las puertas se abrieron- Increiblemente bonita.

Acarició mi espalda al dejarme salir, fue como si un rayo me atravesara entera, note que de repente estaba mojada, muuuy mojada.

Su habitación era amplia con un mini saloncito, nada que ver con la mia standard.

Pidió que subieran un buen vino espumoso.

-Ponte cómoda, quitate las sandalias, descalza te veras igual de sexy.

Subieron el vino y me sirvió en una copa, él mismo decidio quitarme las sandalias, el tacto de sus manos casi me hacían gemir de placer, notaba como se me endurecían los pezones poco a poco, él me acarició una pierna:

- No puedo faltar a mi palabra...

- Si, si que puedes porque yo no recuerdo que la dieras- dije casi gimiendo desesperada.

Subió casi con mimo por mi pierna acariciándola, bajo mi vestido, yo pensaba que iba a tener un orgasmo allí sin necesidad de nada más, tenía que tranquilizarme. Había soñado mil veces con un momento asi pero aquello superaba con creces mi imaginación.

Al llegar a mis braguitas sólo introdujo un dedo:

-hummmm, estás muy mojadita, me encanta- decía al tiempo que rozaba mi floreciente clítoris, con cuidado me quito las braguitas y me subió el vestido, comenzo a lamerme el coñito, subcionando de vez en cuando el clitoris mientras yo a estas alturas jodeaba como una perra.

Se levanto, para quitarse la camisa negra ajustada dejando ver su cuerpo perfectamente definido, era perfecto.

Me arrodille para quitarle yo misma el pantalon, junto con el boxer. Allí estaba mi más ansiado tesoro, hermosa, latiente y grande. Una verga erguida y orgullosa, que mamé con maestria poniendola más, y mas gorda. Me deseaba, ¡¡él me deseaba!!

No pudimos aguantar más, me cogio en volandas y yo abrace su cuerpo con mis piernas mientras él me dejaba caer con delicadeza sobre su polla, que entró limpiamente gracias a lo lubricada que yo estaba, gemí al sentirle dentro por primera vez.

Aquello duro unos minutos, hasta que me llevo hasta el cuarto. Me quito de esa postura, sin poder dejar de jadear y me puso sobre la cama en cuatro, allí en esa posición me volvio a lamer el coñito con maestria, yo no pude más y me corrí en su boca.

- Cariño...esto acaba de empezar- me dijo mientras me penetraba desde atras, una y otra vez, embistiendo cada vez más fuerte mientras gemíamos- Dios que ricooo.

La noche fue muuy larga y seguire...otro día.

La chica que conoci en Bariloche

La chica que conocí en Bariloche Fue en 1992. Estaba de viaje de egresados en Bariloche. Yo ya la tenia vista del micro que nos trajo a la ciudad: Ana. Una espectacular rubia de ojos celestes con una figura de fenomenal. Unas gomas enormes y un culito espectacular. Durante el viaje Sexo cruzamos algunas miradas pero no nos acercamos. Esa noche nos toco ir a bailar a un boliche a una cuadra del hotel donde parábamos. Ya en el camino me acerque a Ana y me presente. Pegamos onda de entrada y no paso mucho esa noche para que termináramos en el reservado.

La chica que conocí en Bariloche

Fue en 1992. Estaba de viaje de egresados en Bariloche. Yo ya la tenia vista del micro que nos trajo a la ciudad: Ana. Una espectacular rubia de ojos celestes con una figura de fenomenal. Unas gomas enormes y un culito espectacular. Durante el viaje cruzamos algunas miradas pero no nos acercamos.

Esa noche nos toco ir a bailar a un boliche a una cuadra del hotel donde parábamos. Ya en el camino me acerque a Ana y me presente. Pegamos onda de entrada y no paso mucho esa noche para que termináramos en el reservado.

Nos besábamos como desesperados, nuestras lenguas se entrelazaban, mientras mis manos recorrían su cuerpo. Lleve mis manos a sus nalgas las que acaricie con entusiasmo. Ella rodeó sus brazos sobre mi cuello y me apretaba contra ella. Una de mis manos soltó sus nalgas y se acerco a sus tetas, toque tímidamente uno de sus pechos, para luego apretarlo con mas fuerza.

La calentura iba en aumento y entonces le dije: - Te parece si volvemos al hotel para estar solos -

Ella me contesta: - Adrián yo no cojo - (en mi país coger significa tener sexo)

Entonces le conteste: - Eso no importa, cualquier cosa que hagamos solos, fuera de la vista de todos, va a ser mejor que estar aquí -

Ana no me contesto. Yo me levante y le extendí la mano como invitándola a acompañarme. Ella tomó mi mano y me siguió.

Cuando nos acercábamos a la puerta, me abrazo y acerco sus labios a mis oídos: - Adrián - dijo - ese argumento siempre me sirvió para sacarme a los tipos de encima cuando querían coger, pero me sorprendiste aceptando lo que te propuse -

- Ana - le conteste - no importa lo que hagamos, lo importante es estar a solas un rato -

Ella volvió a quedarse callada y me tomo de la mano. Juntos salimos del boliche. Cuando llegamos al hotel ella pidió su llave. Justos fuimos a su habitación.

Cuando entramos ella coloco un pañuelo atado en el picaporte de la puerta. - Para que mis amigas sepan que hoy la habitación esta ocupada - dijo con una sonrisa.

En ese instante cerro la puerta y comenzamos a besarnos de pie. Nuestras lenguas volvieron a entrelazarse y nos apoyamos contra una pared. Mis manos volvieron a sus nalgas, pero esta vez metí una de ellas por la abertura de su pantalón. Le toque la raya del culo y las nalgas al desnudo. Mientras rozaba mi pija contra su concha. Nos acostamos en una de las camas. Yo me coloque sobre ella y seguía apoyándole la concha con mi pija. Mis manos subieron a sus tetas y metí las manos entre sus ropas tocándole las gomas primero sobre el corpiño y luego colando dedos debajo de él.

Giramos. Ella quedó sobre mí. Refregaba su concha sobre mi pija cada vez más rápido. Yo solté sus gomas y lleve mis manos a su culo el cual apretaba. Ambos estabamos muy calientes. Yo no sabia en que teminaría eso.

De buenas a primeras ella se salió de encima mío y llevo su mano a mi pija. Abrió el cierre y la metió dentro y comenzó a hacerme una paja, mientras me besaba.

- Sacala afuera si queres - le dije.

No termine de decirlo y mi pija ya estaba entre sus manos. Comenzó a pajerme despacito. Pero empezó a acelerar el ritmo. Yo no quería terminar en sus manos, y me le subí nuevamente encima. Ella se dio vuelta. Metí mi mano entre sus piernas y acaricie su concha. Se notaba su humedad sobre el pantalón. Baje el cierre y metí mi mano. Comecé a masajerle la concha, buscando con mis dedos su clítoris, que no tarde en encontrar.

Ella se desabrochó su pantalón y se lo bajo hasta el final de su culo. Yo le corrí la bombacha para abajo y apoye mi pija en la raya de la cola.

- Acabame en la cola - dijo

Yo me baje los pantalones y comencé a apoyarla mas ferozmente en el culo. Corrí su pantalón y también le masajeaba el clítoris, su concha era una sopa de lo mojada que estaba. La pajee muy rápidamente y ella empezó a acabar, con gemidos primeros y después con un pequeño grito.

Yo todavía no había podido terminar y seguía apoyándola. Ella llevó su mano a su culo y tomo mi pija.

- Te ayudo? - pregunto

No espero mi respuesta. Se salió debajo de mí y me hizo recostar boca arriba. Me empezó a pajear más rápido que antes. Yo estaba en la gloria, sentía que en cualquier momento explotaría. Ella sacó sus tetas afuera y empezó a incluirlas en la paja. Refregaba mi pija entre ellas y me pajeaba. Yo no aguante mas y le acabe entre las tetas.

Nos quedamos acostados abrazados un buen rato. Así semidesnudos como estabamos. Ella con sus tetas afuera del corpiño, todas manchadas de mi semen, con su pantalón que le cubría solo las piernas. Su culo estaba afuera, pero su concha tapada por su bombacha. Yo tenia los pantalones en los tobillos, mis calzones corridos dejando mi pija afuera.

En un momento ella recorrió su dedo índice por sus pechos y tomo un poco de mi semen, llevándose el dedo a la boca.

- Nunca lo había probado- dijo

Ambos reímos. Yo la bese nuevamente. Mi pija se empezó a pararse, ella lo noto y la agarro fuertemente.

- No - le dije - ahora te toca a vos -

Deje sus dulces labios y baje a sus tetas. Sus pezones me estaban esperando erguidos. Lamí sus pezones uno a uno lentamente. Mi mano derecha se quedó con ellos y mi boca bajo lentamente por su vientre hasta su bombacha, que escondía su linda conchita.

Tome su ropa interior con mis dientes y la corrí hacia abajo. Ella instintivamente abrió sus piernas. Yo solté sus tetas y me acomode entre ellas y comencé a lamer sus jugos. Lamía su clítoris lentamente. Ella se retorcía y apretaba mi cabeza contra su sexo. Un dedo empezó a colarse entro de su concha.

- Dedo no! - dijo Ana

Mi dedo se mudo un poquito mas abajo y penetro lentamente en su ano. Ella no se quejó. Lamí intensamente su clítoris mientras mi dedo entraba y salía de su culo. Ella gemía cada vez más rápido, y empezó a gritar, acabando dentro de mi boca.

Subí a su boca y la bese intensamente. Ella seguía sufriendo sus espasmos, mientras intentaba devolverme los besos. Cuando se recupero me corrió a un lado. Yo estaba con una erección tremenda. Ella comenzó a besarme en el pecho y bajo por mi vientre hasta llegar a mi pija. Primero la beso y luego le paso la lengua. Con sus labios la tomo de los costados y la recorrió a lo largo. Luego se la metió en la boca y empezó a chuparla. Yo instintivamente la tome de la cabeza, apretándola contra mi sexo. Ella la chupaba muy lentamente. El ritmo comenzó a aumentar me chupaba cada vez más rápido, hasta que no aguante más.

- Te acabo en la boca! - alcance a decirle, pero ella aumentó el ritmo y le llene la boca de leche. Luego nos abrazamos y nos besamos.

Ahora estabamos más desnudos que antes. Le sugerí que nos bañáramos juntos. A ella la idea le gusto. Nos terminamos de desnudar y nos metimos al baño.

Cada uno recorrió el cuerpo del otro con agua y jabón. Yo colocado detrás de ellas apoyaba su culo mientras recorría con mis manos sus tetas y su concha. Ella luego se da vuelta y masajea mi pecho y luego mi pija.

El baño nos calentó bastante nuevamente. Salimos besándonos mientras nos secábamos. Nos tiramos en la cama ella se subió encima de mí y comenzamos a rozar mi pija con su concha como si fuéramos a coger. Pero en un momento saco su concha y empezó a bajar a mi pija para chuparla.

- Traéme tu concha, así nos besamos los dos - le dije

Ella colocó su concha sobre mi boca y acerco su boca a mi pija. Mi lengua comenzó a lamerla, primero en toda su extensión, y luego me centre en el clítoris. Mi dedo volvió a entrar en su ano. Ella sostenía con ambas manos mi pija y la chupaba con desesperación.

Seguimos chupándonos un rato largo, tome su culo y la acerque a mí intensificando mis lamidas. Ella comenzó a gemir con la pija en su boca y empezó a terminar. Como no saco la pija de su boca y con el sonido que hacia al gemir me hizo terminar a mí también en su boca, casi al mismo tiempo que ella terminó en la mía. Ella se desplomó sobre mí. Ambos buscamos nuestras bocas y nos besamos intensamente mezclando nuestros jugos.

En el festival erótico

Hey Rubén tío, ¿que te cuentas? A ver si me mandas emails más a menudo, que son gratis, cabrón. ¿Qué tal te va con tu churri? ¿Al final tira o no tira? Macho, es que lleváis saliendo casi dos meses, y como no te deje ni que le toques las tetas yo me iría buscando otra. Por aquí más o menos como siempre, todo el día puteados con el mamón del profe de Química, que ya sabes lo pesado que se pone cuando hay que presentarle los trabajos. Bueno, eso cuando voy a clase, porque el Ordóñez y yo nos fumamos la mitad de las clases. No que porque le sigo haciendo caso, si siempre me acaba metiendo en algún lío.

Hey Rubén tío, ¿que te cuentas? A ver si me mandas emails más a menudo, que son gratis, cabrón. ¿Qué tal te va con tu churri? ¿Al final tira o no tira? Macho, es que lleváis saliendo casi dos meses, y como no te deje ni que le toques las tetas yo me iría buscando otra.

Por aquí más o menos como siempre, todo el día puteados con el mamón del profe de Química, que ya sabes lo pesado que se pone cuando hay que presentarle los trabajos. Bueno, eso cuando voy a clase, porque el Ordóñez y yo nos fumamos la mitad de las clases. No que porque le sigo haciendo caso, si siempre me acaba metiendo en algún lío.

La última ha sido esta mañana, que aunque al final ha salido de puta madre, he pasado un mal rato que no veas. Resulta que el hijo puta hoy no tenía ganas de ir a clase, y me ha acabado liando para que me fuera de pellas con él. Lo típico de todos los viernes, vamos, pero es que encima el tío tenía ganas de ir a no se que festival. Yo no me he enterado muy bien, pero si lo llego a saber no voy, porque menudo marrón hemos pasado.

Es que el festival era uno erótico que hacen todos los años en el Palacio de Exposiciones que está al lado del barrio de mi tía Mariluz, pero me he dado cuenta cuando ya estábamos allí, y claro, por no quedar como un marica, pues le he seguido el rollo. La entrada era para mayores de 18 años, lógicamente, pero como el cabrón se las sabe todas, ha encontrado una puerta que estaba sin vigilar y no nos han visto.

Una vez dentro vale, pero el mal rato que he pasado pensando que nos iba a ver algún segurata y nos iba a tirar para atrás no veas... Eso si, menudos pivones que había, tronco. Si lo llego a saber me llevo la cámara, porque encima tengo el Nokia jodido y con el Alcatel de mi madre pues ni fotos ni hostias.

Ah, y como te cuente lo que nos ha pasado no te lo crees ni de coña, de película porno. A ver, íbamos los dos mirando por todos lados más salidos que el pico de una mesa, pero es que madre mía, había pelis porno puestas en teles de estas panorámicas, pivas medio en bolas repartiendo camisetas, gorras, dvds con tráilers de películas... La polla, vamos.

Pero lo mejor ha sido por la tarde, después de comer. Hemos visto en un papel que había por el suelo que había un espectáculo de no se que, y como ya nos habíamos pateado todos los pabellones, nos hemos ido para allá. No te lo pierdas tronco, resulta que había un tío y una tía allí follando encima del escenario, y toda la peña ahí mirando como lo hacía. El Ordóñez y yo Sexo estábamos flipando, porque es que no me jodas, los dos ahí pimpam, pimpam, hasta que el tío se ha corrido en su cara y todo.

Pero es que luego han salido un par de pivas, dos negras que estaban buenísimas, y se han empezado a despelotar allí y a meterse mano... Yo me he ido a la primera fila, y el otro también, porque macho, tener a dos tías ahí montándoselo delante tuya es la polla.

Supongo que con esto estarás flipando, pero es que todavía no te he contado lo mejor. Después de estar un rato ahí tocándose el coño y morreándose delante nuestra, cogen y nos dicen al Ordóñez y a mí que subamos al escenario. Yo no se como no se han dado cuenta de que no tenemos ni los 16 años, porque ya sabes tu que no aparentamos los 18 ni de coña, pero oye...

Pues eso, que subimos, nos sientan en un par de sillas y se ponen a bailar en bolas alrededor nuestra. Claro, yo estaba todo salido ya de por sí, pero es que encima coge la piva que estaba conmigo, me tumba en el escenario, y se pone a restregarme el coño por la cara. Yo flipando, ¿sabes? Y miro así de reojo y la otra estaba igual, pero el cabrón del Ordóñez ha aprovechado y se ha puesto a chupar lo que ha podido.

Y nada, luego se quita y se me sienta encima de la polla y se pone a restregarse ahí también, yo que la tenía más dura que su puta madre y la tía ahí frotándome el coño por encima. Y yo que me había puesto el chándal ese blanco que tengo de Nike, que es así finito, pues claro, era casi como si estuviera en bolas. Yo estaba que me moría del gusto, y al final me he corrido allí mismo. Te lo cuento porque se que no dices nada, que ya sabes como son estos con las bromitas. Aunque vamos, para mi que al Ordóñez le ha pasado lo mismo, porque en cuanto nos han dicho que nos bajáramos no paraba de colocarse los calzones, como si los tuviera pegados, y encima tenía un manchurrón sospechoso al lado de un bolsillo, así que...

Ah, y encima ha dicho que fuéramos a mear justo después, y se ha cargado el espejo porque no había papel en ningún water, así que seguro que se iba a limpiar los restos de corrida. Yo directamente he dejado los calzones en el servicio, estaban calados y no era plan de ir así por la calle.

Bueno, y luego nos hemos venido a mi casa, y nos hemos hecho una paja juntos (cada uno con la suya, no pienses mal cabrón) , según él para quitarse el calentón de la negra, pero no me lo creo, porque tenía como restos blancos pegados de no haberse limpiado la otra vez... Y encima que ya sabes como es él, que alguna vez que hemos dicho de cascárnosla viendo una porno en casa del Guti siempre dice que no, pues hoy ha sido él el que ha dicho de que nos la hiciéramos.

Pero bueno, ya sabemos como es, y aunque sea un poco fantasma en el fondo es buen chaval. El otro día me quede sin tabaco en el recreo y me dio tres o cuatro pitis para el resto del día, así que fíjate.

Bueno macho, te dejo, que son casi las doce, y como el Ordóñez se ha ido hace un rato yo todavía no he cenado nada. Ah, y contéstame pronto, no me seas capullo, que de aquí a Londres solo hay una hora de diferencia. Y si te acuerdas mándame alguna foto de tu piva, para que se la enseñe a estos a ver que opinan. Venga tío, cuídate, que ya te queda menos de un mes para volver a España.

Locura en el balcón

Soy un tipo con suerte, tengo una mujer que no me merezco, porque lo tiene todo. Además de ese gran corazón, su entrega, su dulzura, su belleza, un endiablado cuerpo y lo que me tiene completamente loco: su sensualidad. Aquel día llegué a casa completamente agotado, sin embargo, se me quitó el cansancio de pronto, como si me hubiera tomado un reconstituyente. Al entrar en el dormitorio, me encontré a Gloria en la terraza, embutida en una fina bata de seda que se mecía contra el viento y nada más bajo ella. A contraluz se mostraba su desnudez, además de su sonrisa y unos ojos que hacían lo demás para que de inmediato tuviese una erección descomunal.
LOCURA EN EL BALCON

Soy un tipo con suerte, tengo una mujer que no me merezco, porque lo tiene todo. Además de ese gran corazón, su entrega, su dulzura, su belleza, un endiablado cuerpo y lo que me tiene completamente loco: su sensualidad.

Aquel día llegué a casa completamente agotado, sin embargo, se me quitó el cansancio de pronto, como si me hubiera tomado un reconstituyente. Al entrar en el dormitorio, me encontré a Gloria en la terraza, embutida en una fina bata de seda que se mecía contra el viento y nada más bajo ella. A contraluz se mostraba su desnudez, además de su sonrisa y unos ojos que hacían lo demás para que de inmediato tuviese una erección descomunal.

La abracé con fuerza bajo la suave luz de la luna, era imposible resistirse a tanta tentación. El frescor de la brisa veraniega acariciaba su piel. Mis manos traviesas apartaron la tela y dejaron al descubierto sus hombros, sus senos erectos, en aquel balcón que daba a la calle principal de nuestro barrio.

- Julio, por favor, aquí no – protestó ella.

Yo sabía que esa resistencia solo era parte del juego de seducción que me estaba ofreciendo. Estaba tan hermosa, se sentía tan sexy con aquella fina bata.

Llevaba horas pensando en ella, deseando llegar a casa para encontrarme con esa mujer que despertaba todos mis instintos, los más escondidos, los más salvajes. Soy afortunado de tenerla y de que continuamente me sorprenda con detalles de esos que ella sabe concederme como nadie. Es un ángel, que en ese momento se veía divino con la bata a merced del viento.

Desde que nos casamos no he dejado de Sexo tener regalos a cada instante. Le encanta jugar y yo naturalmente le sigo el juego:

- Julio – Volvió a reprocharme como parte de esa travesura de la que ella misma se sabía dueña.

- Eres una putita ¿lo sabías?

- Julio por favor – protestó nuevamente con seriedad en su cara, pero sabiendo que interiormente estaba ardiendo, igual que yo.

Seguí lamiendo y mordiendo su cuello, haciendo caso omiso a sus presuntas quejas. Deslicé mi mano hacía su sexo, que estaba ya totalmente húmedo de excitación.

Lo acaricié y todo su cuerpo se estremeció. Parecía un pajarillo en las manos de un gigante, pero se veía tan hermosa, tan cachonda y tan bella.

- Cielo – me decía ella soltándome la corbata – mejor nos vamos dentro. Aquí en la terraza nos van a ver todos.

Yo sabía que ella solo estaba diciéndome lo que quería, jugar conmigo a ser la esposa fiel, la avergonzada mujercita que se asusta por todo, pero por dentro era otra cosa la que estaba reclamando. Era mi fierecilla indomable pidiendo guerra.

- Princesa, quiero hacértelo aquí, mientras te apoyo contra la baranda – le susurré pícaramente en el oído.

Sé que esa confesión le excitó de forma extrema, pues el escalofrío era perceptible a través de mis dedos sobre su piel. Más aun al ver sus ojos brillantes y en esa sonrisa pícara que me mostró. Desabroché el cinturón de su bata y la deslicé lentamente por sus hombros, hasta que la prenda suavemente fue a parar al suelo.

Su cuerpo moreno al desnudo se mostró glorioso ante la desafiante luna. Su silueta se percibía brillante ante aquella velada cargada de erotismo, y el frescor de esa misma noche quedaba apaciguado con el calor que nos invadía.

- ¿Qué haces cariño? Me has dejado desnuda… - protestaba ella sin mucho afán.

- Bueno, pues seamos los dos – le contesté invitándome a que hiciera lo mismo conmigo.

Gloria miraba a todas partes, intentado adivinar cuantos ojos podrían estar siguiendo nuestra aventurada maniobra en aquella noche clara y tan especial. Pudieran ser miles los que nos divisaran desde abajo, en la calle o en el edificio de enfrente, desde donde cualquiera podría vernos a la perfección.

Mi esposa, se mostraba nerviosa, igual que yo, seguramente eso nos mantenía aun más excitados. Sus dedos, juguetones, abrieron la bragueta de mi pantalón sacando al exterior mi miembro duro que apuntaba a la brillante luna.

Gloria se aferró a él dulcemente y de igual manera comenzó a masajearlo con la dulzura y el arte que solo ella sabe, logrando hacerme ronronear como un gatito. Me gustaba admirarla, mientras ella continuaba con su estimulante labor de acariciar mi sexo que desbordaba todo el placer por cuenta de aquella hábil mano, al tiempo yo contemplaba su desnudez ante el mundo. Mis manos acariciaban sus senos, sus caderas, su culo hasta fundirnos en un largo abrazo y un apasionado beso.

Podría parecer una locura, algo impensable en unas mentes juiciosas, pero a ambos nos apetecía, buscábamos el máximo placer en nuestras caricias. Su cara de delectación era tan hermosa que ninguna mirada indiscreta podría interferir, es más, la demostración de que ella era mía y de nadie más, era lo que más me atraía; mostrar al mundo que nuestros cuerpos se compenetraban de forma única y que así es como mejor nos sentíamos, como dos personas solas en el mundo.

Ella desnuda y yo aun vestido, como muchas veces nos gustaba estar, ella, mi mujercita querida, mi guerrera salvaje, desnuda para mí, el mejor show que jamás pudiera soñar.

Acarició mi cuerpo por encima de la camisa, buscó las solapas de la americana y trató de bajarla por mis hombros. Yo la dejé hacer, ya que sentía mucho calor, pero eso sería lo máximo que le permitiría desnudarme. Me gusta ser perverso en sus juegos y creo que ella disfruta más así, con mi resistencia. Sus manos trataron de deslizarse hasta mi cintura, pero no dejé que lo hiciera, se las cogí con las mías y la llevé hasta la baranda, donde la apoyé pegando mi cuerpo al suyo. Volví a besarle el cuello. Gloria se estremeció; lo noté en su temblor y en sus ojos. Descendí beso a beso hasta sus senos y eché su cuerpo hacía atrás, por lo que tuve que agarrarla por el temor a que cayera al vacío. Cuatro pisos nos separaban del suelo.

Sabía que habíamos perdido el control por completo, pero también que a partir de este momento se dejaría hacer todo cuanto yo quisiera, y aproveché ese instante. Seguí acariciando su sexo, explorando sus labios vaginales, introduciendo mis dedos en su vagina o en su ano, mientras mi boca exploraba la suya o mordía su cuello o bien lamía su hombro desnudo. Mi reina mora aullaba excitada. Como me gusta verla así, completamente cachonda con mis besos y caricias. Decidí darle la vuelta y ponerla de espaldas a mí, de cara a la calle, sabiendo que ya no le importaba que la mirasen, ahora sólo le interesaba sentir placer, sentirme a mí. Sus tetas colgaban desafiantes hacia la calle, ofreciéndolas al mundo.

Pegué mi cuerpo al suyo. Restregué mi sexo erecto contra su culo y ella empujó hacía a mí para sentirme más. Acaricié sus nalgas. Estaba a mil y yo me deshacía con los besos que mi preciosa dama me proporcionaba sin cesar. Mis manos se aferraban a sus senos hinchados. Los amasé, los veneré mientras acercaba mi boca a su nuca y la besaba. Nuestros sexos se rozaban persistentemente, sedientos de placer. Su respiración sonaba entre cortada y jadeante. Podía ver que tenía los ojos cerrados y se mordía el labio inferior, señal inequívoca de que estaba disfrutando como loca.

Quería sentir mi piel contra la redondez de ese culo que se me ofrecía tan goloso, me despojé del pantalón y al chocar contra sus glúteos, piel contra piel, me sentí poderoso, lleno de la energía que ella me transmitía a través de sus poros sudorosos.

Le restregué lascivamente mi miembro contra su culo, mientras ella emitía pequeños jadeos y suspiros.

- ¡Oh, cielo, como me pones! - Musitó.

- Tú me vuelves loco, preciosa – añadí yo.

Los sexos se frotaban sin parar, embadurnándose mutuamente de sus humedades, disfruté del calor que emanaba su rajita, hasta que sin poder resistirlo más, dirigí mi pene hasta la entrada de su vulva y muy suavemente la penetré. Un suspiro escapó de su garganta y me pareció música celestial que me transportaba a un hermoso escenario. La envolví con mi cuerpo, abrazándola muy despacio y al mismo tiempo con movimientos certeros de mi pelvis empecé a moverme dentro y fuera, dentro y fuera, sin dejar que se apartase de la barandilla. En pocos segundos ambos estabamos gimiendo, excitados. La visión de sus tetas bamboleantes hacia el vacío me embriagaban y no podía más que estrujarlas entre mis dedos sin dejar de penetrarla y aprisionarla entre mi cuerpo y la fría barandilla de la terraza.

- ¡Uhm, Julio, siempre consigues hacer conmigo lo que quieres! – Suspiró.

- Eres tú, la que consigue matarme de placer, princesa mía.

Empecé a empujar con fuerza, cada vez estaba más excitado, percibiendo como mi pene se hinchaba dentro de su estrecha vagina. Al sentir que sus músculos lo apretaban entre sus paredes, me sentí en la gloria. Pero me di cuenta de que si no me detenía me correría y necesitaba que ese momento durara aún más, quería que ella disfrutase como nunca. Por eso, ese instante debía ser largo, excitante y tortuoso.

Saqué mi sexo de su cálido refugio y la giré hacia mí, observando los ojos suplicantes de ardor de mi princesa, una cara que era la máxima expresión de placer y gozo. Acaricié su mejilla, la envolví en mis brazos y la llevé hacía la pared que hasta ese momento quedaba tras de mí. La apoyé en ella y tapé su cuerpo desnudo con el mío. Mi sexo quedaba justo entre sus piernas, que las abrió dispuesta a recibirme de nuevo. Sin mayor dilación, me encajé entre ellas y de nuevo la penetré. Sus piernas me atraparon contra ella al cruzarlas por detrás de mi espalda. Sonreía con picardía y esa mirada me volvió loco, así que no pude oponer resistencia por más tiempo. Empecé a empujar de nuevo, apretando mi cuerpo contra el suyo. Sus brazos se aferraban con fuerza a mi cuello y su boca se pegaba a mi oído dejándome oír sus musicales jadeos y dulces gemidos que me provocaban un placer delicioso. Sentí que no podría resistir mucho si ella seguía apretándome de esta manera y su lengua seguía lamiendo mi cuello como lo estaba haciendo. Empujé una y otra vez, y otra, y otra, cada vez con más fuerza, mientras mis manos apresaban sus nalgas apretándolas con fuerza. Mi sexo se hinchaba, lo sentía; como también sentía las convulsiones de su vagina apretándolo. Sabía que se iba a correr, sus gemidos, sus convulsiones, sus rápidos movimientos me lo anunciaban y se iban intensificando poco a poco hasta llegar al punto culminante en que todo su cuerpo explotó entre mis brazos. Mi pene no resistió por más tiempo y el semen comenzó a brotar inundando su delicioso sexo.

Permanecimos un tiempo unidos, recuperándonos de ese placer que no parecía querer abandonar nuestros cuerpos. Miramos hacia la calle y sonriéndonos nos besamos, sabedores de que aquella inusitada travesura era el regalo redondo para nuestras fantasías más desbordantes.

Nos dirigimos a la cama para continuar con ese juego, pero a partir de ahí bastante más sosegado.

Violación en joyería

Violada en una joyería R: - Si Ana, voy a ir a la fiesta.- A: -Bueno te estaremos esperando Rita, recuerda que Kevin, el machacho que te gusta estará ahi.- R: -ja ja, solo fue un pretexto tuyo para invitarlo ¿verdad?- A: -bueno, pues si no vienes es porque no quieres.- R: -vale.- Rita cerro su celular, estaba en una pequeña joyería buscando un regalo. De improviso le habían avisado que una amiga tenía una fiesta esa tarde. ni siquiera tuvo tiempo de cambiarse, todavía llevaba esas calcetas blancas y el uniforme verde de su colegio.
Violada en una joyería

R: - Si Ana, voy a ir a la fiesta.-

A: -Bueno te estaremos esperando Rita, recuerda que Kevin, el muchacho que te gusta estará ahi.-

R: -ja ja, solo fue un pretexto tuyo para invitarlo ¿verdad?-

A: -bueno, pues si no vienes es porque no quieres.-

R: -vale.-

Rita cerro su celular, estaba en una pequeña joyería buscando un regalo. De improviso le habían avisado que una amiga tenía una fiesta esa tarde. ni siquiera tuvo tiempo de cambiarse, todavía llevaba esas calcetas blancas y el uniforme verde de su colegio. Tenía 17 años y ya era considerada una novia trofeo por sus compañeros. Tenía pelo corto y castaño, unos labios carnosos que provocaban una desesperación por besarla. Sus senos eran medianos y muy bien formados; sus piernas se veian muy sexys y esa minifalda marcaba bastante su redondito culo. No por nada había ganado 2 certamenes de belleza seguidos.

Mientras ella daba vueltas por los mostradores, Daniel, el dueño la observaba desde la caja, estaba embelezado. había tenido muchas mujeres en su vida pero esta jovencita se llevaba el premio, toda una niña sexy. la vigilaba sin que ella se diera cuenta y se la comia con la mirada. En eso, Rita creyó encontrar el regalo adecuado.

R: -Este anillo se vería bien, pero cuesta mucho y no traigo suficiente. Creo que si me lo llevo no se darian cuenta- con una maliciosa pero disimulada mirada observo que el dueño estaba descuidado. saco el anillo de su estuche y se lo metio en la blusa. - Estos dos atractivos te van a ocultar amiguito, contigo no voy a quedar mal en la fiesta.-

Puso la caja en su lugar, para su desgracia el dueño alcanzo a ver todo con un monitor que tenia tras el mostrador. Dios unas cualtas vueltas mas y se dirigio a la caja, dijo que no había encontrado nada de su gusto y que se iba. En eso el dueño la tomo apretandola del brazo.

D: -No creas que no te vi niña, saliste ladrona por lo que veo-

R: (asustada) -¿Señor de qué me esta hablando? yo no he hecho nada-

D: -te vi cuando pusiste ese anillo en tu blusa. ahora vas a ver lo que es bueno, llamaré a la policia para que te lleven.

R: -¡No por favor! si quiere le devuelvo el anillo pero no los llame-

El dueño caminó hacia la puerta y la cerró con llave, luego se llevo a Rita a la parte trasera de la tienda y cogio el telefono para llamar a la policia. Nadie contesto el telefono y Rita penso que se había salvado (que equivocada estaba)

D: -Joder!!! cuando uno los necesita nunca Sexo están. ¿como te llamas niña?

R: (con el rostro sudado por el nerviosismo) -me llamo Rita...-

D: -Bueno Rita, hoy trataste de robarme y eso no lo puedo dejar asi. como la policia no viene creo que podemos llegar a un acuerdo.- Dicho esto se sento junto a rita en el sofá de su oficina y extendio un brazo para tenerla junto a él. Rita se asusto e intento separarse obviamente -Vamos niña dejate que es esto o ir a la carcel.

Sin esperar a más, Daniel se abrió el pantalón y sujeto a Rita acercandola a su vientre. Ella estaba totalmente asustada, el tipo la apretaba con mucha fuerza y la tenia muy cerca de su miembro que cada vez se hacía más grande. No era la primera vez que hacía una mamada, pero hoy era diferente porque la estaban forzando.

D: -vamos, si me la chupas un ratito te dejo ir y olvido lo que pasó.-

R: -¿Me lo promete? tengo un compromiso más tarde y no quiero llegar tarde, tampoco que me lleven presa.-

D: -si, te lo prometo, solo has lo tuyo niña.

Rita se fijó en que el tipo no estaba tan mal, a pesar de su edad aún era buen mozo, asi que se decidió a cumplir sus obscenidades con tal que la dejara ir.
Ella se inclinó sobre ese pene que estaba muy erecto y con liquido preseminal. tomo el pene con su mano derecha y empezó a lamerlo desde la base. sacaba la lengua para lamer y luego le hacía una paja con su mano. comenzo a besarlo y a mojarlo con su lengua, luego le dio un chupete en la punto y se lo metio en la boca.

D: -ohhh si niña, vamos todavía lo puedes hacer mejor.-

Daniel extendio su brazo izquierdo hacia la minifalda de Rita y comenzo a acariciar sus nalgas, eran suaves y sentia esa estrechez cuando metia sus dedos apartando la pequeña tanga de la joven. Su mano acariciaba en circulo que estremecian el cuerpo de Rita y con la otra mano tocaba la cabeza de la joven y la tenia contra su miembro.

Rita ahora succionaba y envolvia el falo de Daniel con su lengua, chupaba de arriba a abajo y sentia la excitación por lo que hacian en su culito. sentia su espalda temblar de morbo por como le metian los dedos, hasta adentro y masajeando las paredes de su, hasta ese momento, virgen ano. Entonces sintio que el tipo la sujeto con fuerza de su cabeza que su pene explotaba de placer, llenandola de semen por toda la boca y la cara.

R: -puaj!!!!!-

D: -ufffffff... que rico lo hiciste niña, una buena mamada.

R: (estornudando por el semen que tenia en la garganta) - coff, coff... tonto, yo no me trago eso. eres un cochino.

Mientras rita estornudaba se callo del sofá dejando a la vista su culito. Daniel se exito con lo que veia, se abalanzó sobre la joven y la recosto contra el suelo. comenzo a besarle el cuello y bajo una mano a la falda. Tocaba con sus dedos las suaves piernas y le bajo la tanga dejando su coñito virgen al aire.

R: -No por favor, por ahi no porque aún soy virgen.-

D: -¿Virgen tú? aparte de ladrona, mentirosa. me hiciste la mejor mamada de mi vida y ahora me vienes con que eres virgen... bah!-

R: -pero dijiste que me ibas a dejar ir. si quieres te la chupo otra vez pero no me hagas mas.-

D: -Silencio zorrita que hoy vas a aprender a no robarme.-

Con la otra mano apreto el pecho de Rita para dejarla indefensa, mientras dos de sus dedos entraban en su vagina. Rita lloraba porque no lo podia creer, pensaba que todo habia pasado pero el quería más. Daniel abrio por la fuerza las piernas de Rita, se acerco a probar ese moreno coñito, dio un beso y comenzo a mojarlo. su lengua pasaba por su clitoris y mojaba las paredes de su vagina. con la otra mano manoseaba las nalgas y seguia magreando a la chica.

Rita puso sus manos en la espalda de Daniel para tratar de apartarlo, lo golpeaba pero el seguia en su coño lamiendo, chupando y ahora mordiendo sus labios vaginales. Ella comenzaba a sentir un ardor subiendo por su ser, instintivamente su cuerpo se arqueo y sus piernas se cerraron, atrapando asi la cabeza de Daniel.

R: -AHHHHHH! NO SIGAS! me duele UHMMMM!-

La cara de Daniel se mojo con los jugos de Rita, su sonrisa esa de loco placer...

D: -¿asi que te gusto no? tu primer orgasmo, pues preparate niña que viene lo bueno.-

De un tirón arranco los botones de la blusa. Rita ahora estaba desnuda, jadeando y con las piernas abiertas hacia él. esta visión excitaba aún mas a Daniel, rapidamente se quito la ropa y recosto de lado a Rita. el se acosto detrás de ella, con su mano derecha levanto una de las piernas de la niña. Iba a cogerla desde atrás. Acaricio su muslo mientras lo mantenia en al aire. Rita suspiró con temor cuando sintio ese pene acercandosé a su vagina. Fue entonces cuando Daniel comenzo a besarla trás las orejas.

Ese era un punto de exitación para ella, le volvia loca que la besaran ahi. Con la otra mano Daniel acerco el pene a la vagina, le metio la punta y ella gimio de placer. entonces con la misma mano comenzo a apretar y amazar su culito, subió acariciando sus caderas hasta que llego a su seno. comenzo a frotarlo como loco, lo apretaba y retorcía, luego comenzó a pellizcar su pezón que se estaba poniendo duro.

Su lengua en el cuello, la mano en su muslo y la otra apretando su seno la estaban exictando. involuntariamente ella empezaba a gozar de aquello. pero en su mente sabía que debía resistir, pero su cuerpo decia lo contrario.

D: -si nena, sabía que te iba a gustar.-

R: -uhmmmm, ohhh, no es eso nooooo.-

D: -no lo niegues que estas deliciosa.- (entonces la presiono para que su pene entrara despacio)

R: - OHHHH! nooooo-

D: -¡si eras virgen! Mejor, asi gozaré rompiendote.-

Daniel volvio a empujar y se la metio hasta el fondo. sintio como la estrechez cedía. Rita estaba en extasis, estaba siendo penetrada por primera vez y le gustaba aunque ella no quisiera. Daniel continuó empujando contra su coñito y se la metia más y mas. El dolor comenzaba a transformarse en placer. Daniel beso en los labios a Rita, era un beso con fuego, ardor propio de la lujuria y el deseo más que de amor.

Daniel entonces sujeto a Rita de la cintura y la haló hacia él hasta dejarla sentada. Ahora ella era penetrada por su propio peso. Daniel la levantaba para dejarla caer sobre su pene. las embestidas sacudian el cuerpo de Rita.

R: -ohhhh, AHHH!!! AAAAAAAAAAAH!!!! uhmmm ya basta, dejameeeeee mmmmmm!!!-

Daniel apretaba sus senos mientras ella gritaba, siguio aumentando la velocidad hasta correrse en el coño de Rita. ella comenzo a arquearse y a gritar, su segundo orgasmo la dejaba sin aliento y sentia esa explosion lechosa en su interior.

D: -siiiii oh nena, eres una golfa. aguantas de todo!!!!!! uhmmmmm si OHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!-

R: -AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!!!-

Daniel la dejo caer al suelo. estaba feliz y cansado. Se detuvo a respirar y gozar de lo que habia hecho, observó a Rita tirada en el suelo, con semen escurriendole por las piernas, despeinada y con lágrimas en los ojos. exitado en el pensamiento se limpio el semen de su pene con la mano y comenzó a untarlo por todo el cuerpo de Rita, por ultimo le paso la mano por la boca para que ella lo chupara, cosa que no hizo. Daniel le pegó en el rostro y le dijo que ella era la mejor zorrita que el había tenido.

Rita trataba de levantarse y vio que Daniel buscaba algo en la cartera, le dijo que buscaba sus datos personales para buscarla cuando el quisiera. Ella se desmayó por el cansancio. Entonces Daniel observó el celular de Rita, al parecer ella habia marcado un numero antes que todo empezara y la llamada seguía en línea cuando el tomo el celular.

D: -¡Mierda, marcó el 911!

En eso, varios hombres uniformados entraron en su oficina, lo tiraron al suelo y le pusieron las esposas. unos paramedicos levantaron a Rita en una camilla, ella hundida en sus sueños no entendía que pasaba pero ese suceso no lo iba a olvidar fácilmente...

Cogiendo con la amiga de mi madre

Un poco de contexto: esta es una amiga del club de jardineria de mi mama, en ese club hay mujeres de muchas edades y ella era de las menores, tenia entonces 38 años. Se llama Laura y es una mujer hermosa, de cintura delgada, senos grandes y bastante firmes y lo mejor, un culo hermoso. A ella le gusta usar pantalones de mezclilla entallados, por lo que aun antes de cogermela ya habia yo imaginado su bello trasero. Yo la conocia de tiempo atrás, ya que con alguna frecuencia iba a la casa con mi madre. Yo en aquel entonces tenia 20 años.
Un poco de contexto: esta es una amiga del club de jardineria de mi mama, en ese club hay mujeres de muchas edades y ella era de las menores, tenia entonces 38 años. Se llama Laura y es una mujer hermosa, de cintura delgada, senos grandes y bastante firmes y lo mejor, un culo hermoso. A ella le gusta usar pantalones de mezclilla entallados, por lo que aun antes de cogermela ya habia yo imaginado su bello trasero. Yo la conocia de tiempo atrás, ya que con alguna frecuencia iba a la casa con mi madre. Yo en aquel entonces tenia 20 años.

La historia comienza un dia de verano en que yo estaba de vacaciones de flojo en la casa, mi mama me pidio que le llevara a su amiga Laura unos floreros que iban a requerir para una exhibicion ese fin de semana. Haciendome un poco del rogar, accedi, por lo que me puse unas bermudas y una t-shirt y me enfile hacia su casa, que estaba a pocos minutos de la nuestra.

Al llegar toque el timbre y fue ella misma la que abrio la puerta. Se notaba que estaba haciendo ejercicio, ya que traia puestos unos pants azules como de lycra , que se ajustaban perfectamente a su lindo trasero, y una camiseta blanca sin mangas. Llevaba su cabello recogido en lo que se conoce como una "cola de caballo". Inmediatamente me di cuenta que no llevaba sosten, ya que sus pezones se alcanzaban a ver ligeramente debajo de su blusa. Ella se dio cuenta que yo me habia quedado viendo su busto porque fingio una tos que me saco de mi trance, al verme sorprendido senti una verguenza enorme, senti como mi cara se sonrojaba y evite a toda costa verla a los ojos.

Finalmente le dije que traia unos jarrones que me habia dado mi mama y me pidio los bajara del auto y se los pusiera en una salita en su casa. Mientras bajaba los jarrones no deje de pensar en lo rica que estaba y en la increíble figura que tenia para una mujer de su edad. Cuando baje el ultimo, eran cuatro, me ofrecio si no queria pasar un momento y tomar algo, a lo que timidamente accedi. Me trajo una coca y comenzo a trabajar en los jarrones, poniendo flores y algunas ramas. Yo apenas prestaba atención a sus trabajos, ya que ella me daba la espalda por lo que tenia frente a mi su increíbles nalgas en esos pants tan ajustados. Para cuando acordé, mi verga estaba dura como un fierro y hasta creo que empece a sudar.

Ella iba y venia de un lado al otro, trayendo consigo mas plantas y listones. Fue en una de sus vueltas que ella noto mi exitacion, ya que mi ereccion era evidente y el bulto se marcaba en mis bermudas. Ella miro fijamente mi entrepierna y fue entonces en que yo sin pensarlo fingí una tos por lo que ella solto una carcajada. Sin la menor vergüenza volteo a verme y me dijo "Miguel, que es eso que tienes ahí?" Claro esta que en ese momento no pude decir una sola palabra, apenas pude soltar una risilla nerviosa y balbucear algunas incoherencias. Ella guiño un ojo y rio picaramente y como si nada hubiera pasado prosiguió con su trabajo.

Comenzo a hacerme preguntas ligeras sobre la universidad y mis vacaciones y mis amigos, etc. Finalmente me preguntó que si tenia novia a lo que conteste que no, que habia cortado unos meses atrás. Me preguntó si mi ex-novia era bonita y la edad que ella tenía. Yo le dije que era una niña muy guapa de 18 años pero que habiamos cortado porque siempre estabamos peleando. Luego ella volteo a verme y se puso frente a mi y sin mas me pregunto que si yo la encontraba atractiva. Me imagino que la respuesta era obvia, ya que mi verga continuaba tan parada como el asta de una bandera, pero otra vez fui incapaz de articular palabras. Yo sabia que mi ereccion era muy notoria, por lo que habia metido las manos en los bolsillos para tratar de disimular. Ella volvio a fijar su vista en mis bermudas mientras sonreia y me pidio que me sentara un momento en el sofa que estaba en la habitación.

Yo intente excusarme inventando otros encargos pero ella insistio, y suavemente toco mi hombro empujandome hacia el sofa. Se sento a mi lado y volvio a preguntarme si la encontraba atractiva. Conteste que claro, que ella era una mujer muy guapa y que se notaba que se cuidaba mucho. Todo esto lo dije ahora si francamente sudando y tontamente con mis manos en los bolsillos, aunque ahora la ereccion era imposible de ocultar; mis bermudas parecian una tienda de acampar. Ella tomo mi brazo y sacando mi mano de las bermudas dijo "Eso que tienes ahí no es tu otra mano verdad?" En ese momento toco ligeramente con su mano mis bermudas por lo que yo me puse de pie de un solo salto, ahora si con la firme resolucion de salir inmediatamente de la casa.

Ella volvio a reir y tomando mi brazo nuevamente hizo que me volviera a sentar. Me dijo que no me preocupara, que solo queria platicar conmigo. Que ella estaba sola en la casa ya que su marido estaba trabajando y sus dos hijas estaban de campamento de verano. Estabamos pegados el uno al otro, por lo que de vez en vez sus pechos rozaban mi camisa. Yo estaba confundido entre la vergüenza que sentia y al mismo tiempo lo caliente de todo mi cuerpo. Por una parte queria salir corriendo pero por la otra apenas podia contener las ganas de lanzarme sobre ella.

Me platico que su marido era 10 años mayor que ella, y que últimamente el no habia podido darle lo que una mujer de su edad necesitaba. Yo no podia creer lo que me estaba pasando, y hacia una esfuerzo enorme por verla a los ojos y no perderme en esos pechos que me apuntaban fijamente. Volvio a acariciar mis bermudas y esta vez no puse resistencia. Creo que el saber que estabamos solos en la casa me habia dado algo de tranquilidad, ademas que estaba yo a mil; pensaba que si ella volvia a tocarme una vez mas terminaria ahí mismo en el sofa.

Al ver que yo la dejaba tocarme, procedio a hacerlo con mas fuerza. No estoy seguro que me decia, ya que yo estaba atonito ante la situación, pero recuerdo que ella seguia acariciandome el short mientras intercambiaba miradas conmigo y con mi bulto. Dijo algo sobre lo hermosa que era la juventud, y que recordaba cuando hacia el amor a mi edad. Que entonces los muchachos Sexo no tenian problema para tener una erección, como yo en ese momento.

Prácticamente sin que yo me diera cuenta ella ya habia desabrochado mis bermudas y ahora solo mis calzoncillos separaban sus manos de mi miembro. Aquí hago un pequeño comercial: probablemente no tengo la verga más grande de la ciudad, pero si me defiendo. Ella me veia con unos ojos enormes, como si tambien apenas pudiera contener las ganas de montarse sobre mi.

Siguió sobandome hasta que saco mi verga de mis boxers y comenzo a masturbarme suavemente. Todo esto pasaba mientras yo tenia mis manos a los lados, sin siquiera haber intentado tocarle sus pechos. Fue cuando ella saco mi verga que empece a tocar torpemente sus senos, finalmente se quito su camisa y pude gozar de una imagen sin igual, unos senos grandes y bastante firmes, de pezones rozados que se ponian duros conforme yo los acariciaba.

De repente, ella se levanto, me dijo "Esperame" y salio de la salita. Yo me asusté, en una fraccion de segundo me imagine a su marido llegando a la casa y las terribles consecuencias que vendrían, ¿como explicar en mi casa que estaba yo haciendo? Sin pensar me abroche las bermudas y me dispuse a buscar salir tan pronto me fuera posible.

Ella regresó unos segundos después, sus hermosos pechos moviendose rítmicamente a cada paso que daba. "¿Qué haces?" me pregunto. "Sientate por favor que ahora no me dejas asi!" Confundido le pregunte que ha donde habia ido, que si habia llegado alguien, en ese momento rio a carcajadas y me mostró el condon que habia traido. No pude más que echarme a reir, no supe si de nervios o de felicidad, pero el caso es que reimos juntos.

Me senté nuevamente en el sofa y fue entonces que ella se quito sus pantalones… no lo podia creer! Que nalgas mas ricas tenia yo frente de mi. Llevaba puesta una media tanga blanca que dejaba ver sus redondeces, le dije lo hermosa que era y lo mucho que siempre me habia gustado. Mientras ella se desvestía yo hacia lo propio, me baje las bermudas hasta los tobillos y me quite mi camisa. Al ella desprenderse de su tanga pude ver su hermosa concha, con su vello pubico perfectamente cuidado. Se hinco frente de mi y tomando mi verga le dio un suave beso, no la mamo, solo la beso. Me puso el condon y se sento sobre mi, dandome la espalda. Con su mano guio mi verga a su vagina y empezo a culear. Comenzo con gemidos timidos pero al final gritaba de placer. Yo al ver esas nalgas sobre mi enloquecia de placer, sentia que iba a estallar en cualquier momento. Lo que empezo suavemente se convertia en un ritmo frenetico, donde ella era la dueña de las acciones, ya que al estar montada sobre mi ella era la que marcaba el ritmo y la profundidad.

Cuando crei que ya no soportaria mas le dije "Ahora me toca a mi", me levanté y la puse de rodillas en el sillón, así la penetré "de perrito". Tomando su cadera con fuerza, introduje mi verga lo más profundo que pude. A ella le gustaba pues jadeaba y reia de placer. Yo sudaba profusamente y hacia un esfuerzo enorme por no venirme. Finalmente no pude más y exploté en el condon. Estaba exhausto por lo que cai rendido en el sillón. Ella, igualmente cansada, se sento a mi lado y me alcanzo una toalla que utilice para limpiarme el semen.

Acordamos que guardaríamos completo secreto del episodio, y que de lo posible lo repetiríamos nuevamente en algun motel para poder coger a gusto. Cosa que hicimos, pero eso, es otra historia…

El tamaño sí importa

La conversación que a continuación reproduzco es real en un porcentaje muy alto, si bien es cierto que he añadido ciertas cosas. Unas para darle más interés a la historia, y otras, porque probablemente son fantasías personales mías. Pero vuelvo a señalar antes de pasar a relatar la conversación, que el espíritu de la misma, y la mayoría de lo que en ella se dice se corresponde con lo que sucedió en la realidad.
EL TAMAÑO SÍ IMPORTA

La conversación que a continuación reproduzco es real en un porcentaje muy alto, si bien es cierto que he añadido ciertas cosas. Unas para darle más interés a la historia, y otras, porque probablemente son fantasías personales mías. Pero vuelvo a señalar antes de pasar a relatar la conversación, que el espíritu de la misma, y la mayoría de lo que en ella se dice se corresponde con lo que sucedió en la realidad.

La conversación que transcribo a continuación ocurrió hace una semana en mi casa. Yo tengo 25 años y tengo una hermana mayor de 27. El día de los hechos era un sábado. Mis padres se habían ido de viaje todo el fin de semana. Mi hermana llegó a casa con dos amigas, y entró gritando si había alguien en casa. Yo estaba durmiendo, y aquellas voces me despertaron, pero estaba todavía tan recién despertado del sueño que ni siquiera contesté.

Mi hermana debió pensar entonces que no había nadie en casa, y se sentó en el salón con dos de sus mejores amigas. Mi hermana se llama Bea, y sus amigas Patri y Lorena. Todas tienen 27 años como mi hermana y están bastante buenas, incluyendo a mi hermana, pues aunque sea mi hermana he de reconocer que más de una vez me he hecho una paja pensando en ella. Cada una tiene sus peculiaridades, pero todas están muy bien y es frecuente verlas con un ligue nuevo cada cierto tiempo.

Pues bien, dicha esta introducción, paso a reproducir la conversación en cuestión. Como digo, ellas hablaban sin tapujos pensando que no había nadie en casa y yo escuchaba desde la escalera que baja de las habitaciones del piso superior al salón donde ellas estaban, de forma que no me podían ver.

PATRI: Bueno Bea, cuéntanos qué tal te fue anoche con el chico aquél

BEA: Ufff, menudo chasco llevé.

PATRI: ¿Y eso?¿Si os estabais dando un lote de la hostia y se os veía muy calientes a los dos?

BEA: No, si hasta ahí todo de puta madre. El chasco llegó luego, cuando nos fuimos a su piso a…ya sabéis, jeje

LORENA: Sí, a echar un polvo, jajaja, no te cortes, que estamos entre amigas

BEA: Es verdad, jaja, pues eso, que nos fuimos a su piso a follar, que yo estaba más salida que una perra en celo

PATRI: ¿Y qué pasó para que se torciera la cosa?

BEA: Pues nada, nos metemos en su piso, morreándonos y sobándonos y nos vamos derechitos a su habitación. Entonces yo, para ponerlo más cachondo todavía le hice una especie de striptease. Ya sabéis…quitándome la ropita poco a poco, acariciándome las tetas y el chochito…

LORENA: ¡Qué mala eres!

BEA: Mala no, tía. Era para ponerlo más cachondo aún, que yo estaba deseando echar un buen polvo. Menudo calentón llevaba encima, que ya sabéis que desde hace dos semanas no toco pelo…

LORENA: Es verdad, si es que tanto tiempo sin ñaca-ñaca no puede ser, jajajaja.

PATRI: Bueno tía sigue, y ¿qué pasó después?

BEA: Pues nada, acabo el striptease, me quedo en pelota picada, y me tumbo en la cama esperándolo, y le digo que ahora le toca a él despelotarse. Entonces él, va y se quita la camisa…los zapatos…el pantalón y se quedó sólo con el slip. Y yo sobándome ya el chichi y caliente como estaba le dije que se lo quitara ya, que mi chochito lo estaba esperando

PATRI: ¿Y qué pasó?

BEA: Pues empezó a hacerse el interesante, a sobarse el paquete, a tirarse del elástico del slip…y entonces va y me dice: "prepárate para mi monstruito", y de una vez se bajó el slip hasta los tobillos

LORENA: ¿Y?

BEA: Y entonces fue cuando yo empecé a reírme y no podía parar. Madre mía, tías, teníais que haber estado allí. Mira que estaba caliente de la hostia, pero cuando vi aquello me entró una risa que se me fue toda la calentura de golpe. Te juro que yo creo que no me he reído más en toda mi vida

LORENA: ¡Qué cabrona! ¿Pero cómo la tenía?

BEA: Lo tenía diminuto tía. Para haberle echado una foto. Mira que yo he estado con tíos desde los 15 años que empecé, pero una pilila como esa no había visto en mi vida.

PATRI: Joder, qué fuerte. Con el físico que tiene, que cualquiera se espera un pollón de esos grandes, menudo desencanto.

BEA: Pues ya te digo. Y mira que a mí me han pasado otras veces cosas parecidas y he intentado disimular. Pero ese día no podía parar.

LORENA: Pero cómo de pequeño lo tenía, tía. Especifica, que nos hagamos una idea

BEA: Pues yo que sé. Unos 5 cm o así le calculo yo. Y eso que la tenía dura como un leño con el striptease que le había hecho, y finucha para colmo.

PATRI: ¡Joder, qué pasada! ¿Y qué pasó entonces cuando empezaste a reírte?

BEA: Pues el nota se cortó muchísimo al verme partiéndome de la risa, y se tapó como pudo sus vergüenzas. Y a mí me dio por reírme más aún al ver que se tapaba con las dos manos. Y yo pensaba en mi cabeza, ¿para qué te tapas con las dos manos, si con una te sobra?

LORENA Y PATRI: Jajajajajajaja

PATRI: ¡Qué cabrona eres, jaja! Con el trauma que tendrá el pobre y tu encima te descojonas en su cara

BEA: Joder, yo que quieres que haga Sexo si la tiene pequeña. A ver si vamos a tener que estar las tías de hermanitas de la caridad ayudando a los pichacortas en vez de buscar tíos que nos satisfagan.

PATRI: Ya tía, si llevas razón. Si yo es por ponerme un poco en su pellejo.

LORENA: Bueno, ¿y en qué quedo la cosa entonces al final?

BEA: Pues nada tía, yo cogí mi ropa y me vestí rápido como pude, y me disculpe. Le dije que no sé por qué me había entrado la risa floja y que no podía parar, y que mejor lo dejábamos para otra ocasión. Pero todo esto se lo dije sin parar de reír no te vayas a creer. Saltándoseme las lágrimas de la risa, y el tío todo rojo avergonzado.

LORENA: Madre mía, qué espectáculo. Para haberlo visto

BEA: Ya te digo. No creo que me pase en la vida otra cosa igual

LORENA: Joder, qué fuerte. Pero ahora sin coñas, es que yo no sé lo que pensaréis vosotras, pero con una cosa así no se puede hacer nada.

BEA: ¿Qué vas a hacer tía, si parece que estás follando con un crío de cinco años, sólo que con pelo?

PATRI: Total tía. A mí me pasó algo parecido hace un par de años, con aquel tío con el que me lié en la playa. Yo toda ilusionada, porque la verdad que el tío estaba bastante bien, y cuando fuimos a la cama por primera vez, menudo sorpresón. El tío tenía una pollita de unos 8 cm, pero lo peor de todo es que encima no se le terminaba de poner dura del todo. Era como un pequeño gusano, blandengue y esponjoso. O sea, que imaginaros el gusto que te podía dar eso.

LORENA: Pues ya ves. Pero, ¿follaste entonces con él o qué?

PATRI: Pues sí tía, porque como yo no soy tan descarada como Bea que se ríe de los tíos en su cara, jajajaja. Pues nada, me la metió como pudo y empezamos el lío. Pero como era tan pequeña pues no paraba de salírsele y yo tenía que estar metiéndomela constantemente, porque el tío para colmo era tan patoso que ni atinaba a metérmela. Y el resto pues os lo podéis imaginar, el tío moviéndose encima de mí y yo mirando para la pared sin enterarme de nada. La verdad que con éste no me molesté ni en fingir. Al rato se corrió y se salió y nada. El tío seguro que encima se creyó que había echado el polvo de su vida.

LORENA: Pues muy mal tía, con tíos de estos así con la picha corta es mejor no follar. Primero porque no disfrutas nada y encima tienes que fingir para no hacerle sentir mal al chico. Y segundo y más importante porque encima el cabrón seguro que se va a vacilar con los amigos de que ha estado follando contigo, que menudo polvo te ha echado, etc.

BEA: Es verdad. Yo desde hace un tiempo hago lo mismo tía.

LORENA: Yo por ejemplo os acordáis del novio aquel que tuve durante unos meses cuando vivía en mi casa antigua.

BEA: Sí, aquél rellenito.

LORENA: Exacto, ése. Que yo no sé cómo estuve para acabar con él. Pues nada, ése era otro de estos que estamos hablando. Además, con éste pude comprobar la leyenda esa que circula de que los gorditos la tienen pequeña. Yo no sé si será así para todos, pero con éste os aseguro que se cumplía. Pues bueno, lo que os contaba, que yo con éste lo intenté un par de veces al principio, pero como veía que era imposible alcanzar un orgasmo con aquella pollita pues sinceramente, se lo comenté y pasé de follar otra vez con él.

PATRI: ¿Entonces no hacíais nada?

LORENA: Claro que hacíamos. ¿Para qué te crees que tiene el hombre la lengua…?

PATRI Y BEA: Jajajajaja

BEA: Vamos, que se hartó de comerte la almeja

LORENA: Pues ya te digo. El menú del día para él era el mismo siempre: de desayunar conejo, de comer almeja, y de cenar mejillón.

PATRI Y BEA: Jajajajaja, qué cabrona

LORENA: Cabrona no tías. Encima que le ayudé a perfeccionar sus habilidades con la lengua, jajaja. Y el caso es que al final a base de comerme el chirri aprendió a hacerlo bien. De hecho yo creo que aguanté con él esos meses porque al final era un comedor de coños buenísimo. Además, ya sabéis la cantidad de jugos que suelto yo al correrme no?

BEA: Sí lo sabemos. Vamos, que eres de las que tiene que poner un plástico encima del colchón cada vez que folla, jaja.

LORENA: Exacto. Pues imaginaos la de flujo que pudo tragar el pobre chaval. Cada dos por tres tenía que estar duchándose. Al final me lo comía tan bien que cada vez que me lo comía le llenaba la cara de caldo.

PATRI: Pues nada, mira, si no valía para follar por lo menos buscaste la forma de que te diera gusto.

LORENA: Pues sí. Pero por eso te digo que con estos tíos que la tienen pequeña lo mejor no es follar y fingir como hemos hecho toda la vida las mujeres. Que hemos sido más tontas que nada. Sobre todo nuestras madres, que si su marido la tenía pequeña pues seguro que se han tirado toda la vida sin disfrutar. Lo mejor es convertirlos en unos buenos comedores de coños, os lo digo yo.

BEA: Pues sí. No, si al final tendremos que buscarnos un buen macho con un pollón grande para que nos folle y otro pichacorta de estos para que nos haga una buena limpieza de bajos, jajajaja.

PATRI: Bueno tías, ahora que estamos con este tema, ¿vosotras a partir de qué tamaño lo consideráis suficiente?

LORENA: Mujer, yo que sé. Yo diría que con menos de 12 cm no haces nada.

BEA: Joder tía, con qué poco te conformas tú. Yo con menos de 15 cm no hago nada.

PATRI: Pues lo mismo pienso yo. 15 cm como mínimo mínimo. Y unos 18 cm para que sea una polla bien. Y ya con 20 ó 21 cm son esos pollones que se nos hace la boca agua, jajajaja.

BEA: Claro tía. Es que yo, sinceramente, estoy harta del tópico ese de que el tamaño no importa. El tamaño claro que importa. ¿Y por qué si no cuando vemos esos pollones de 20 cm se nos mojan las bragas a todas? Pues ya os lo contesto yo. Porque aunque muchas no lo quieran reconocer, donde esté una buena polla que te llene bien que se quiten las pililas pequeñas.

PATRI: Es verdad. Cuando pillas un pollón de esos gordos y grandes, que te llena el coño, mmmm. Eso sí que son sensaciones. Además, ya que estamos con el tema y aquí en confianza os voy a contar un secreto, pero no se lo contéis a nadie, ¿eh?

BEA Y LORENA: Que no tía, no se lo contamos a nadie

PATRI: ¿Os acordáis de la despedida de soltera de Pili?¿Os acordáis del negrazo aquél que le contratamos para el striptease?

BEA: Sí

PATRI: ¿Os acordáis del cipote que se gastaba el amigo?

LORENA: Joder, para olvidársenos. La tenía morcillona y le llegaba por medio muslo

PATRI: Pues bueno, digamos que al ver aquello no me pude resistir y luego le contraté un servicio especial en mi apartamento…

LORENA: Joder, ¡qué guarrona! ¿Contrataste a un puto?

PATRI: Bueno, llámalo gigoló que suena mejor.

LORENA Y BEA: Jajajajajaja

PATRI: Pues bueno tías, me costó mis 200 euros, pero menudo polvo eché. Yo os lo recomiendo a las dos. Menudo pollón se gasta el tío. Si os acordáis como lo tenía morcillón, imaginaros como lo tendría en erección. 25 cm me dijo él y dudo que me mintiera

BEA: ¿Y eso tan exagerado no duele tía?

PATRI: Pues sinceramente, si te digo la verdad, algo sí que molestaba porque era bestial. Pero por otro lado al llenarte tanto es como si te tocara todas las terminaciones nerviosas, y aunque sientas ciertas molestias por un lado, te compensa con todas las sensaciones que experimentas. Además, si es que nada más pensar el pollón que te estás metiendo ya disfrutas. Yo sólo os digo que se la estaba chupando y el coño ya me estaba goteando.

LORENA: Joder, tú sí que te lo montas bien. Si es que los negros encima con la fama que tienen de tenerla grande…

PATRI: Fama no. Eso es un hecho científico tía. Simplemente, de media la tienen más grande. O sea, que ya sabéis, dentro de poco nos hacemos un viajecito por ahí a Jamaica por ejemplo.

TODAS: Jajajajaja

LORENA: Bueno tías, vamos a parar ya que cualquiera que nos oiga se va a creer que somos unas salidas.

PATRI: Eso, a ver si va a estar tu hermano por ahí

BEA: Qué va, si estamos solas. Y mejor que no nos oiga porque si no se iba a dar por aludido

PATRI: ¿Sí tía?¿Qué pasa, que la tiene pequeña?

BEA: Joder, si yo te contara. Digamos que mejor que vaya aprendiendo a repelar bien los coños

PATRI Y LORENA: Jajajaja, qué cabrona eres. Hasta de tu propio hermano te ríes.

Con aquel chascarrillo se acabó la conversación, y aquellas últimas palabras de mi hermana coincidieron con la eyaculación de mi pequeñito pene. Todavía aún no sé si aquella corrida vino producida por el morbo de ver hablar así de desvergonzadas a mi hermana y sus amigas o por saber por fin la opinión que ellas tenían de los que como yo tenemos el pene pequeño.

Como dije al principio y recuerdo ahora la conversación reproducida es real en un elevado porcentaje, excluyendo ciertas bromas y situaciones que se han introducido para hacer más morbosa la historia. Me gustaría que además de leerla esperando que hayan pasado un buen rato, hagan sus comentarios que siempre animan. Y especialmente en esta ocasión me gustaría ver reflejados los comentarios de las chicas ya que ellas son las protagonistas del relato. Un saludo.

Un viernes como cualquiera

Era un viernes como cualquiera. Apenas, el 24 de noviembre pasado. Mi hijo me estaba pidiendo permiso para ir a una de esas famosas "pijamadas", como todo padre me apresuré a comentarle todos los peligros a los que se podía exponer a sus poco más de 18 años, pero principalmente, no dudando que como todo chico buscaría esa noche tener sexo, le indicaba claramente que usara preservativo si la ocasión se daba. Mi esposa, que no es la madre de mi hijo, pues su mamá y yo estamos separados, estaba con nosotros en la sala y sólo escuchaba…
Era un viernes como cualquiera. Apenas, el 24 de noviembre pasado. Mi hijo me estaba pidiendo permiso para ir a una de esas famosas "pijamadas", como todo padre me apresuré a comentarle todos los peligros a los que se podía exponer a sus poco más de 18 años, pero principalmente, no dudando que como todo chico buscaría esa noche tener sexo, le indicaba claramente que usara preservativo si la ocasión se daba. Mi esposa, que no es la madre de mi hijo, pues su mamá y yo estamos separados, estaba con nosotros en la sala y sólo escuchaba…

Si sabes como usarlo, verdad – le dije, refiriéndome a los preservativos.

Si… bueno en la escuela nos han explicado, aunque en realidad nunca he usado uno de verdad.

Como de verdad? Le pregunté

Sí… es decir, nunca he usado uno teniendo sexo. Así es que supongo que sí sé como se usa.

Mmmm… le dije, yo te enseñaría pero sé que te daría pena…

Pues sí pá, me dijo, ya no soy un niño

Oye Angélica, así se llama mi esposa, por que no le enseñas a Carlos como usarlo… le dije entre broma y verdad.

Estas loco? Me dijo mi mujer… al tiempo que veia mi hijo y este se reía nerviosamente, pues la conocía que era muy atrevida.

Que tiene de malo mujer, tú lo has visto desde que tenia 6 años, y además tú como mujer puedes "hacer" que la colocación sea más "real"

A qué te refieres con que sea más "real" – me preguntó.

Pues a eso… que no es lo mismo que yo le enseñe a que tú le digas cómo usarlo, tú eres mujer.

Ya! -Intervino mi hijo- ya papá… no sigas, basta… no hablemos más del tema.

Mi mujer me quedó mirando y yo entendí que ella malinterpretó las palabras de mi hijo, pues supuso que la reacción de Carlos era de molestia o enojo por que ella se negaba, cuando en realidad era de pena.

Está bien, dijo ella, no te pongas así Carlos, yo te enseño con mucho gusto. Pero tú, dijo dirigiéndose a mi, vete a la recámara… o piensas que lo haré delante de ti!! Me habló un poco molesta.

No es necesario, habló Carlos, deveras Angélica, si sé, dijo más con vergüenza que convencido de lo que decía, al tiempo que me miraba y yo le correspondía con una mirada de "déjate, ella sabe lo que hace"

No! Dijo mi mujer, ahora te enseño y si tu papá no quiere irse a la recámara, ven, le dijo, al tiempo que lo tomaba de la mano y lo condujo hasta nuestra habitación.

Pasaron cerca de 5 minutos y salieron. Mi mujer me veia con ojos de reproche, pero en el fondo yo descubría algo de placer o gusto, no lo sé. Mi hijo venía con la cabeza agachada, y sin decir más se despidió deseándonos buenas noches. Debo aclarar que esa noche tuvimos sexo como locos, mi mujer al parecer se encontraba demasiado excitada.

Pasó el fin de semana y todo marchó como si nada hubiese ocurrido, todo dentro de la normalidad.

Llegó el lunes, y me dispusé a irme a trabajar. Eran cerca de las 8 de la mañana, mi hijo entra ese día a las 11 de la mañana a la prepa, por lo que se encontraba dormido cuando me fui. Me despedí de mi mujer y salí rumbo al trabajo. Llegué a la oficina, a las 8.20 y cuando abrí mi portafolios descubrí que no llevaba mi "pen drive", y un poco de mala gana le avisé a mi secretaria que tendría que regresar a la casa, pues había dejado información importante. Así es que un poco molesto, tomé mi carro y enfilé rumbo a la casa. No quise abrir el portón, pues sólo era tomar mi disco de mi despacho e irme. Como sé que mi esposa se vuelve a dormir una vez que yo salgo, entré a la casa con el mayor sigilo, tratando de hacer el mínimo ruido, cuando paso por nuestra recámara veo que la puerta se encuentra abierta y ella no se encontraba, no le di mayor importancia y me dirigí a mi despacho que se encuentra entre la recámara nuestra y la sala, después de ésta, está la recámara de mi hijo, antes de entrar escucho voces y veo que la puerta del cuarto de mi hijo está abierta, por lo que, cual polilla atraída por la luz, encamino mis pasos hacia allá… redoblando mi sigilo… ahí estaba mi hijo, montándola, ella estaba acostada en la cama con las piernas al aire, bien abierta y encima Carlos, entrando y saliendo fuerte, como a ella le gusta…

ooohhh, que ricooo.. papi.. sigueee.. le decía ella

siii… siii… sólo atinaba a decir mi hijo, dime no te da pena….

Por tu padre? Le dice ella…

Siii… contesta Carlitos…

Noooo… él tiene la culpa, desde la noche del viernes no dejo de pensar en lo que vi al colocarte el condón…

Deveras te gusta???

Me encanta papito… la tienes enoooorrmmeee… y eso me encanta… pero siguee… no te detengas… siiii

Sii.. siii.. que rica estás…me encantas.. siempre me has gustado…

Ooohhh… que ricooo.. lo haces papito… sigueee.. ooohhh… que ricoooo… siiii.. siiiii

Volteate…

En cuatro?? Le dice ella…

Siii.. ponte de perrita…siiii??

Siii.. mi rey lo que tu digas… oooohhh.. asi me encanta.. siiii

Ella se voltea, se pone de perrita… Sexoy él se la sigue cogiendo… escucho entre aturdido, molesto, y para que negarlo, demasiado excitado, como llegan al orgasmo entre gritos, quejidos y bramidos… creo que es momento de alejarme, me regresé al trabajo… mi mente era como una pantalla de cine donde se seguían pasando, una y otra vez, las imágenes que acababa de ver… mentiría si les dijera que trabaje sin problemas, ese día fue muy distinto a los demás… al regreso a casa, cerca de las 8 de la noche, ahí estaban, mi esposa y mi hijo, viendo la televisión en la sala, ella vestía sólo su bata de dormir, que se cierra por el frente pasando una solapa delante de la otra y se sujeta con una cinta, la bata es corta, un poco más arriba de la rodilla; siempre que ella usa esta bata, sólo se pone una tanga abajo, sin bra. Cuando llegué se dirigió a la cocina para darme de cenar, me acerqué a ella, le di un beso en la nuca y me mano se dirigió a sus nalgas, no traía nada abajo… estaba totalmente desnuda… mi mente nuevamente voló imaginándolos en mil posiciones en todo ese tiempo en el que estuvieron solos, desde que Carlitos llega de la prepa, a las 2 de la tarde, hasta las 8 de la noche, pero y si él no fue a la escuela… ooohhh.. Dios mío, mi mente era un caos… y me encontraba demasiado excitado… sin embargo esa noche ella no quiso nada, alegó estar muy cansada, así es que tuve que consolarme en el baño… no sé como actuar debo admitirlo, por un lado es mi hijo y ella mi mujer, pero esta situación me excita demasiado cada vez que pienso en ello… Hoy, mi mujer me ha dicho que saldrá con Carlos por que necesita que la acompañe a comprar unas cosas, que llegaran ya algo noche por que irán a la ciudad más cercana que está a una hora de camino, pienso en seguirlos y ver a donde van.. pero no sé que hacer… si alguien ha vivido algo semejante, por favor escríbanme para compartir experiencias.

La empleada de la tienda

Le sucedió hace como dos años aun amigo mio cuando trabajaba en una empresa de seguridad mi horario de salida por lo regular siempre era después de las 8 de la noche y cerca de mi lugar de trabajo había una pequeña tiendita de abarrotes que atendía una chica de cómo 18 ó 19 años y ya tenía una bebé de unos cuantos meses. Desde que nos conocimos comenzamos a platicar, al principio iba a ver a la niña, después empecé a platicar con la mamá.
LA EMPLEADA DE LA TIENDA

Le sucedió hace como dos años aun amigo mio cuando trabajaba en una empresa de seguridad mi horario de salida por lo regular siempre era después de las 8 de la noche y cerca de mi lugar de trabajo había una pequeña tiendita de abarrotes que atendía una chica de cómo 18 ó 19 años Sexo y ya tenía una bebé de unos cuantos meses.

Desde que nos conocimos comenzamos a platicar, al principio iba a ver a la niña, después empecé a platicar con la mamá.

Me enteré de que había abandonado su casa porque su pareja era muy irresponsable, y se había ido a vivir con los tíos que eran dueños de la tienda.
Un día salí tarde casi a la hora en que cerraba la tienda, le pedí un agua y otras cosas, cerró y me dijo que iba a recoger a su niña a casa de sus tíos, le dije que con gusto la acompañaba.

Así que fuimos por la niña y la recogimos, de ahí la acompañé al cuarto que alquilaba el cual no esta muy lejos de ahí.

Yo llevaba a la niña cargando entonces cuando llegamos me invitó a pasar a dejar a la niña en su cama para acostarla ahí y justo cuando me despedía la niña empezó a llorar.

Fue por ella y me pidió que la cargara en lo que ella preparaba la mamila, entró a la cocina y se dio cuenta que ya no había leche...

Entonces mi amiga se sentó y tomó a la niña y se sacó un pecho para darle de comer le pregunté si todavía tenía leche y me respondió que no, pero la niña era mañosa... así estuvimos platicando y la niña se quedó dormida, ella se quedó con ambos pechos fuera que por cierto estaban muy bien formados.

Cuando fue a acostar a la niña, no pude resistir la tentación de tomarla por la espalda y acariciar sus senos ella solo suspiró sin protestar.

Seguí acariciando y besé su cuello entonces ella con su mano buscó el cierre de mi pantalón y comenzó a acariciarme le verga por encima del pantalón.

Le quité la blusa y le acabé de desabrochar el brassier me pidió que saliéramos a la sala ya que podíamos despertar a la bebé.

Se quitó la falda larga que traía y que con una diminuta tanga color rojo me dispuse a chupar por un rato sus lindos pechos tiernitos luego me desnudé por completo y me comenzó a mamar mi pene que ya estaba duro nos acomodamos para hacer un rico 69.

Le hice a un lado la tanga y así estuvimos hasta que sentí que estaba a punto de venirme se lo dije, pero ella quería sentir mi pene en su vagina entonces se volteó y me montó así acomodada me pidió que no me fuera a venir dentro de ella pues no le gustaría quedar embarazada, yo le dije que le avisaba cuando me fuera a venir.

Después de esto se puso en cuatro patas le empecé a lamer su culito, enseguida metí uno de mis dedos en su culito se sentía apretadito y cuando se dio cuenta de mis intenciones me dijo que por ahí no pues era virgen, eso me hizo que me prendiera aún más ya que lo iba a estrenar.

Le pedí que me prestara un poco de aceite para bebé, fue por él y la volví a acomodar, le seguí ensalivando el culito y después le unté un poco de aceite, yo también me unté en el pene y ya bien lubricada le comencé a pasar la cabeza por la estrecha entrada.

De un golpe le dejé ir la cabeza, gritó -Aaaaaaaaaaaaaaaaaa aaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhh, me duele- se estuvo quieta un momento y ella sola comenzó a moverse un poco para que se la clavara más y más.

Yo sentía bien rico ese culito virginal que además apretaba bien sabroso cuando de repente comencé a venirme y ella también, y sentí como me apretaba aún másssssss.
Nos quedamos a dormir en el sillón hasta el otro día, entonces me vestí y salí a la farmacia a comprar unos condones.

Cuando regresé todavía no despertaba, me desnudé nuevamente y me coloqué un condón, empecé a mamarle las tetas con eso se medio despertó.

Cuando me vio el condón ella misma se acomodó arriba de mí y cogimos otra vez hasta que quedé seco pues me hizo venir dos veces.
Después nos bañamos nos vestimos y cada quien a su trabajo.

Luego le perdí la pista pues se fue a vivir con un chico por el sur de la ciudad y tiene como un año que no la veo y no se nada de ella...

en una pijamada con lo chicos del cole!!

esta historia si es completamente real 100 % estabavos las chicas y lo chicos del cole en una pijamada entonces ami se me ocurrio ir al baño..
esta historia si es completamente real 100 % estabavos las chicas y lo chicos del cole en una pijamada entonces ami se me ocurrio ir al baño porq hacia calor y yo a todos les dije q me iva a bañar q nadie entrara, entonces ahi estaba el chico mas guapo del cole (alex) mm era unos de lo chicos mas guapos q e conocido tiene cabello rubio ojos azules blancos mmm un papasito entonces a el siempre le a gustado tener sexo ... yo me estaba bañando pero en la tina y ahi fue cuando el entro el no sabia q yo esta ahi bañandome el iva al detrete y cuando entro me vio yo me asuste .. pero me di cuenta q me estaba calentando y le pregunte siqueria el me dijo q si con ganas y se desnudo totalmente y entro ala tina el me comento a besar el cuello y iva bajando lentamentepor mi cuerpo asta llegar a mi coño me lo lamia todo yo gemia bastante esta humeda yo coji me baje y le comense a mamar su verga iva duro duro asta q me dijo q se le salia su leche me dijo q le siguiera mamando su verga asta q estallo esa energia llena de leche me la trague todita ,me decia q ya no aguantaba mas, me abrio las piernas y me metio la verga yo grite fuerte pero esta con mucho placer me puso en 4 y me metio su verga como nunca comenzo despacio y de ahi duro duro y yo seguia gritando de dolor asta q paro un momento pero se le paso y siguio ropiendome el culo asta q no podia yo mas lo vire y le comenze de nuevo a mamar la verga le besaba sus huevos ricos le mordia el Sexo tambn gritaba mmyo le dije q ya no podia mas asta q el dijo m llego asta aki y le dije igual pero el para q no me quedara triste cojio un jabon imaginense y me lo metio al jabon por mi coño me dolio horrible pero me gusta tanto q le dije q me metiera otra cosa pero esto si fue ya exagerado fue a decirle a su mejor amigo q le traiga una botella de vino cojio y me la metio por el culo eso si grite fuertisimo q esta rompiendo el culo ya ps me la saco y nos tuvimos q bestir porq ya era muy tarde pero igual no las pasamos muy bonito ahora siempre el va a mi casa mientras no estan mis padres y lo asemos acada rato .

Locura en el balcón

Soy un tipo con suerte, tengo una mujer que no me merezco, porque lo tiene todo. Además de ese gran corazón, su entrega, su dulzura, su belleza, un endiablado cuerpo y lo que me tiene completamente loco: su sensualidad. Aquel día llegué a casa completamente agotado, sin embargo, se me quitó el cansancio de pronto, como si me hubiera tomado un reconstituyente. Al entrar en el dormitorio, me encontré a Gloria en la terraza, embutida en una fina bata de seda que se mecía contra el viento y nada más bajo ella. A contraluz se mostraba su desnudez, además de su sonrisa y unos ojos que hacían lo demás para que de inmediato tuviese una erección descomunal.
LOCURA EN EL BALCON

Soy un tipo con suerte, tengo una mujer que no me merezco, porque lo tiene todo. Además de ese gran corazón, su entrega, su dulzura, su belleza, un endiablado cuerpo y lo que me tiene completamente loco: su sensualidad.

Aquel día llegué a casa completamente agotado, sin embargo, se me quitó el cansancio de pronto, como si me hubiera tomado un reconstituyente. Al entrar en el dormitorio, me encontré a Gloria en la terraza, embutida en una fina bata de seda que se mecía contra el viento y nada más bajo ella. A contraluz se mostraba su desnudez, además de su sonrisa y unos ojos que hacían lo demás para que de inmediato tuviese una erección descomunal.

La abracé con fuerza bajo la suave luz de la luna, era imposible resistirse a tanta tentación. El frescor de la brisa veraniega acariciaba su piel. Mis manos traviesas apartaron la tela y dejaron al descubierto sus hombros, sus senos erectos, en aquel balcón que daba a la calle principal de nuestro barrio.

- Julio, por favor, aquí no – protestó ella.

Yo sabía que esa resistencia solo era parte del juego de seducción que me estaba ofreciendo. Estaba tan hermosa, se sentía tan sexy con aquella fina bata.

Llevaba horas pensando en ella, deseando llegar a casa para encontrarme con esa mujer que despertaba todos mis instintos, los más escondidos, los más salvajes. Soy afortunado de tenerla y de que continuamente me sorprenda con detalles de esos que ella sabe concederme como nadie. Es un ángel, que en ese momento se veía divino con la bata a merced del viento.

Desde que nos casamos no he dejado de tener regalos a cada instante. Le encanta jugar y yo naturalmente le sigo el juego:

- Julio – Volvió a reprocharme como parte de esa travesura de la que ella misma se sabía dueña.

- Eres una putita ¿lo sabías?

- Julio por favor – protestó nuevamente con seriedad en su cara, pero sabiendo que interiormente estaba ardiendo, igual que yo.

Seguí lamiendo y mordiendo su cuello, haciendo caso omiso a sus presuntas quejas. Deslicé mi mano hacía su sexo, que estaba ya totalmente húmedo de excitación.

Lo acaricié y todo su cuerpo se estremeció. Parecía un pajarillo en las manos de un gigante, pero se veía tan hermosa, tan cachonda y tan bella.

- Cielo – me decía ella soltándome la corbata – mejor nos vamos dentro. Aquí en la terraza nos van a ver todos.

Yo sabía que ella solo estaba diciéndome lo que quería, jugar conmigo a ser la esposa fiel, la avergonzada mujercita que se asusta por todo, pero por dentro era otra cosa la que estaba reclamando. Era mi fierecilla indomable pidiendo guerra.

- Princesa, quiero hacértelo aquí, mientras te apoyo contra la baranda – le susurré pícaramente en el oído.

Sé que esa confesión le excitó de forma extrema, pues el escalofrío era perceptible a través de mis dedos sobre su piel. Más aun al ver sus ojos brillantes y en esa sonrisa pícara que me mostró. Desabroché el cinturón de su bata y la deslicé lentamente por sus hombros, hasta que la prenda suavemente fue a parar al suelo.

Su cuerpo moreno al desnudo se mostró glorioso ante la desafiante luna. Su silueta se percibía brillante ante aquella velada cargada de erotismo, y el frescor de esa misma noche quedaba apaciguado con el calor que nos invadía.

- ¿Qué haces cariño? Me has dejado desnuda… - Sexo protestaba ella sin mucho afán.

- Bueno, pues seamos los dos – le contesté invitándome a que hiciera lo mismo conmigo.

Gloria miraba a todas partes, intentado adivinar cuantos ojos podrían estar siguiendo nuestra aventurada maniobra en aquella noche clara y tan especial. Pudieran ser miles los que nos divisaran desde abajo, en la calle o en el edificio de enfrente, desde donde cualquiera podría vernos a la perfección.

Mi esposa, se mostraba nerviosa, igual que yo, seguramente eso nos mantenía aun más excitados. Sus dedos, juguetones, abrieron la bragueta de mi pantalón sacando al exterior mi miembro duro que apuntaba a la brillante luna.

Gloria se aferró a él dulcemente y de igual manera comenzó a masajearlo con la dulzura y el arte que solo ella sabe, logrando hacerme ronronear como un gatito. Me gustaba admirarla, mientras ella continuaba con su estimulante labor de acariciar mi sexo que desbordaba todo el placer por cuenta de aquella hábil mano, al tiempo yo contemplaba su desnudez ante el mundo. Mis manos acariciaban sus senos, sus caderas, su culo hasta fundirnos en un largo abrazo y un apasionado beso.

Podría parecer una locura, algo impensable en unas mentes juiciosas, pero a ambos nos apetecía, buscábamos el máximo placer en nuestras caricias. Su cara de delectación era tan hermosa que ninguna mirada indiscreta podría interferir, es más, la demostración de que ella era mía y de nadie más, era lo que más me atraía; mostrar al mundo que nuestros cuerpos se compenetraban de forma única y que así es como mejor nos sentíamos, como dos personas solas en el mundo.

Ella desnuda y yo aun vestido, como muchas veces nos gustaba estar, ella, mi mujercita querida, mi guerrera salvaje, desnuda para mí, el mejor show que jamás pudiera soñar.

Acarició mi cuerpo por encima de la camisa, buscó las solapas de la americana y trató de bajarla por mis hombros. Yo la dejé hacer, ya que sentía mucho calor, pero eso sería lo máximo que le permitiría desnudarme. Me gusta ser perverso en sus juegos y creo que ella disfruta más así, con mi resistencia. Sus manos trataron de deslizarse hasta mi cintura, pero no dejé que lo hiciera, se las cogí con las mías y la llevé hasta la baranda, donde la apoyé pegando mi cuerpo al suyo. Volví a besarle el cuello. Gloria se estremeció; lo noté en su temblor y en sus ojos. Descendí beso a beso hasta sus senos y eché su cuerpo hacía atrás, por lo que tuve que agarrarla por el temor a que cayera al vacío. Cuatro pisos nos separaban del suelo.

Sabía que habíamos perdido el control por completo, pero también que a partir de este momento se dejaría hacer todo cuanto yo quisiera, y aproveché ese instante. Seguí acariciando su sexo, explorando sus labios vaginales, introduciendo mis dedos en su vagina o en su ano, mientras mi boca exploraba la suya o mordía su cuello o bien lamía su hombro desnudo. Mi reina mora aullaba excitada. Como me gusta verla así, completamente cachonda con mis besos y caricias. Decidí darle la vuelta y ponerla de espaldas a mí, de cara a la calle, sabiendo que ya no le importaba que la mirasen, ahora sólo le interesaba sentir placer, sentirme a mí. Sus tetas colgaban desafiantes hacia la calle, ofreciéndolas al mundo.

Pegué mi cuerpo al suyo. Restregué mi sexo erecto contra su culo y ella empujó hacía a mí para sentirme más. Acaricié sus nalgas. Estaba a mil y yo me deshacía con los besos que mi preciosa dama me proporcionaba sin cesar. Mis manos se aferraban a sus senos hinchados. Los amasé, los veneré mientras acercaba mi boca a su nuca y la besaba. Nuestros sexos se rozaban persistentemente, sedientos de placer. Su respiración sonaba entre cortada y jadeante. Podía ver que tenía los ojos cerrados y se mordía el labio inferior, señal inequívoca de que estaba disfrutando como loca.

Quería sentir mi piel contra la redondez de ese culo que se me ofrecía tan goloso, me despojé del pantalón y al chocar contra sus glúteos, piel contra piel, me sentí poderoso, lleno de la energía que ella me transmitía a través de sus poros sudorosos.

Le restregué lascivamente mi miembro contra su culo, mientras ella emitía pequeños jadeos y suspiros.

- ¡Oh, cielo, como me pones! - Musitó.

- Tú me vuelves loco, preciosa – añadí yo.

Los sexos se frotaban sin parar, embadurnándose mutuamente de sus humedades, disfruté del calor que emanaba su rajita, hasta que sin poder resistirlo más, dirigí mi pene hasta la entrada de su vulva y muy suavemente la penetré. Un suspiro escapó de su garganta y me pareció música celestial que me transportaba a un hermoso escenario. La envolví con mi cuerpo, abrazándola muy despacio y al mismo tiempo con movimientos certeros de mi pelvis empecé a moverme dentro y fuera, dentro y fuera, sin dejar que se apartase de la barandilla. En pocos segundos ambos estabamos gimiendo, excitados. La visión de sus tetas bamboleantes hacia el vacío me embriagaban y no podía más que estrujarlas entre mis dedos sin dejar de penetrarla y aprisionarla entre mi cuerpo y la fría barandilla de la terraza.

- ¡Uhm, Julio, siempre consigues hacer conmigo lo que quieres! – Suspiró.

- Eres tú, la que consigue matarme de placer, princesa mía.

Empecé a empujar con fuerza, cada vez estaba más excitado, percibiendo como mi pene se hinchaba dentro de su estrecha vagina. Al sentir que sus músculos lo apretaban entre sus paredes, me sentí en la gloria. Pero me di cuenta de que si no me detenía me correría y necesitaba que ese momento durara aún más, quería que ella disfrutase como nunca. Por eso, ese instante debía ser largo, excitante y tortuoso.

Saqué mi sexo de su cálido refugio y la giré hacia mí, observando los ojos suplicantes de ardor de mi princesa, una cara que era la máxima expresión de placer y gozo. Acaricié su mejilla, la envolví en mis brazos y la llevé hacía la pared que hasta ese momento quedaba tras de mí. La apoyé en ella y tapé su cuerpo desnudo con el mío. Mi sexo quedaba justo entre sus piernas, que las abrió dispuesta a recibirme de nuevo. Sin mayor dilación, me encajé entre ellas y de nuevo la penetré. Sus piernas me atraparon contra ella al cruzarlas por detrás de mi espalda. Sonreía con picardía y esa mirada me volvió loco, así que no pude oponer resistencia por más tiempo. Empecé a empujar de nuevo, apretando mi cuerpo contra el suyo. Sus brazos se aferraban con fuerza a mi cuello y su boca se pegaba a mi oído dejándome oír sus musicales jadeos y dulces gemidos que me provocaban un placer delicioso. Sentí que no podría resistir mucho si ella seguía apretándome de esta manera y su lengua seguía lamiendo mi cuello como lo estaba haciendo. Empujé una y otra vez, y otra, y otra, cada vez con más fuerza, mientras mis manos apresaban sus nalgas apretándolas con fuerza. Mi sexo se hinchaba, lo sentía; como también sentía las convulsiones de su vagina apretándolo. Sabía que se iba a correr, sus gemidos, sus convulsiones, sus rápidos movimientos me lo anunciaban y se iban intensificando poco a poco hasta llegar al punto culminante en que todo su cuerpo explotó entre mis brazos. Mi pene no resistió por más tiempo y el semen comenzó a brotar inundando su delicioso sexo.

Permanecimos un tiempo unidos, recuperándonos de ese placer que no parecía querer abandonar nuestros cuerpos. Miramos hacia la calle y sonriéndonos nos besamos, sabedores de que aquella inusitada travesura era el regalo redondo para nuestras fantasías más desbordantes.

Nos dirigimos a la cama para continuar con ese juego, pero a partir de ahí bastante más sosegado.