lunes, 4 de agosto de 2008

El tamaño sí importa

La conversación que a continuación reproduzco es real en un porcentaje muy alto, si bien es cierto que he añadido ciertas cosas. Unas para darle más interés a la historia, y otras, porque probablemente son fantasías personales mías. Pero vuelvo a señalar antes de pasar a relatar la conversación, que el espíritu de la misma, y la mayoría de lo que en ella se dice se corresponde con lo que sucedió en la realidad.
EL TAMAÑO SÍ IMPORTA

La conversación que a continuación reproduzco es real en un porcentaje muy alto, si bien es cierto que he añadido ciertas cosas. Unas para darle más interés a la historia, y otras, porque probablemente son fantasías personales mías. Pero vuelvo a señalar antes de pasar a relatar la conversación, que el espíritu de la misma, y la mayoría de lo que en ella se dice se corresponde con lo que sucedió en la realidad.

La conversación que transcribo a continuación ocurrió hace una semana en mi casa. Yo tengo 25 años y tengo una hermana mayor de 27. El día de los hechos era un sábado. Mis padres se habían ido de viaje todo el fin de semana. Mi hermana llegó a casa con dos amigas, y entró gritando si había alguien en casa. Yo estaba durmiendo, y aquellas voces me despertaron, pero estaba todavía tan recién despertado del sueño que ni siquiera contesté.

Mi hermana debió pensar entonces que no había nadie en casa, y se sentó en el salón con dos de sus mejores amigas. Mi hermana se llama Bea, y sus amigas Patri y Lorena. Todas tienen 27 años como mi hermana y están bastante buenas, incluyendo a mi hermana, pues aunque sea mi hermana he de reconocer que más de una vez me he hecho una paja pensando en ella. Cada una tiene sus peculiaridades, pero todas están muy bien y es frecuente verlas con un ligue nuevo cada cierto tiempo.

Pues bien, dicha esta introducción, paso a reproducir la conversación en cuestión. Como digo, ellas hablaban sin tapujos pensando que no había nadie en casa y yo escuchaba desde la escalera que baja de las habitaciones del piso superior al salón donde ellas estaban, de forma que no me podían ver.

PATRI: Bueno Bea, cuéntanos qué tal te fue anoche con el chico aquél

BEA: Ufff, menudo chasco llevé.

PATRI: ¿Y eso?¿Si os estabais dando un lote de la hostia y se os veía muy calientes a los dos?

BEA: No, si hasta ahí todo de puta madre. El chasco llegó luego, cuando nos fuimos a su piso a…ya sabéis, jeje

LORENA: Sí, a echar un polvo, jajaja, no te cortes, que estamos entre amigas

BEA: Es verdad, jaja, pues eso, que nos fuimos a su piso a follar, que yo estaba más salida que una perra en celo

PATRI: ¿Y qué pasó para que se torciera la cosa?

BEA: Pues nada, nos metemos en su piso, morreándonos y sobándonos y nos vamos derechitos a su habitación. Entonces yo, para ponerlo más cachondo todavía le hice una especie de striptease. Ya sabéis…quitándome la ropita poco a poco, acariciándome las tetas y el chochito…

LORENA: ¡Qué mala eres!

BEA: Mala no, tía. Era para ponerlo más cachondo aún, que yo estaba deseando echar un buen polvo. Menudo calentón llevaba encima, que ya sabéis que desde hace dos semanas no toco pelo…

LORENA: Es verdad, si es que tanto tiempo sin ñaca-ñaca no puede ser, jajajaja.

PATRI: Bueno tía sigue, y ¿qué pasó después?

BEA: Pues nada, acabo el striptease, me quedo en pelota picada, y me tumbo en la cama esperándolo, y le digo que ahora le toca a él despelotarse. Entonces él, va y se quita la camisa…los zapatos…el pantalón y se quedó sólo con el slip. Y yo sobándome ya el chichi y caliente como estaba le dije que se lo quitara ya, que mi chochito lo estaba esperando

PATRI: ¿Y qué pasó?

BEA: Pues empezó a hacerse el interesante, a sobarse el paquete, a tirarse del elástico del slip…y entonces va y me dice: "prepárate para mi monstruito", y de una vez se bajó el slip hasta los tobillos

LORENA: ¿Y?

BEA: Y entonces fue cuando yo empecé a reírme y no podía parar. Madre mía, tías, teníais que haber estado allí. Mira que estaba caliente de la hostia, pero cuando vi aquello me entró una risa que se me fue toda la calentura de golpe. Te juro que yo creo que no me he reído más en toda mi vida

LORENA: ¡Qué cabrona! ¿Pero cómo la tenía?

BEA: Lo tenía diminuto tía. Para haberle echado una foto. Mira que yo he estado con tíos desde los 15 años que empecé, pero una pilila como esa no había visto en mi vida.

PATRI: Joder, qué fuerte. Con el físico que tiene, que cualquiera se espera un pollón de esos grandes, menudo desencanto.

BEA: Pues ya te digo. Y mira que a mí me han pasado otras veces cosas parecidas y he intentado disimular. Pero ese día no podía parar.

LORENA: Pero cómo de pequeño lo tenía, tía. Especifica, que nos hagamos una idea

BEA: Pues yo que sé. Unos 5 cm o así le calculo yo. Y eso que la tenía dura como un leño con el striptease que le había hecho, y finucha para colmo.

PATRI: ¡Joder, qué pasada! ¿Y qué pasó entonces cuando empezaste a reírte?

BEA: Pues el nota se cortó muchísimo al verme partiéndome de la risa, y se tapó como pudo sus vergüenzas. Y a mí me dio por reírme más aún al ver que se tapaba con las dos manos. Y yo pensaba en mi cabeza, ¿para qué te tapas con las dos manos, si con una te sobra?

LORENA Y PATRI: Jajajajajajaja

PATRI: ¡Qué cabrona eres, jaja! Con el trauma que tendrá el pobre y tu encima te descojonas en su cara

BEA: Joder, yo que quieres que haga Sexo si la tiene pequeña. A ver si vamos a tener que estar las tías de hermanitas de la caridad ayudando a los pichacortas en vez de buscar tíos que nos satisfagan.

PATRI: Ya tía, si llevas razón. Si yo es por ponerme un poco en su pellejo.

LORENA: Bueno, ¿y en qué quedo la cosa entonces al final?

BEA: Pues nada tía, yo cogí mi ropa y me vestí rápido como pude, y me disculpe. Le dije que no sé por qué me había entrado la risa floja y que no podía parar, y que mejor lo dejábamos para otra ocasión. Pero todo esto se lo dije sin parar de reír no te vayas a creer. Saltándoseme las lágrimas de la risa, y el tío todo rojo avergonzado.

LORENA: Madre mía, qué espectáculo. Para haberlo visto

BEA: Ya te digo. No creo que me pase en la vida otra cosa igual

LORENA: Joder, qué fuerte. Pero ahora sin coñas, es que yo no sé lo que pensaréis vosotras, pero con una cosa así no se puede hacer nada.

BEA: ¿Qué vas a hacer tía, si parece que estás follando con un crío de cinco años, sólo que con pelo?

PATRI: Total tía. A mí me pasó algo parecido hace un par de años, con aquel tío con el que me lié en la playa. Yo toda ilusionada, porque la verdad que el tío estaba bastante bien, y cuando fuimos a la cama por primera vez, menudo sorpresón. El tío tenía una pollita de unos 8 cm, pero lo peor de todo es que encima no se le terminaba de poner dura del todo. Era como un pequeño gusano, blandengue y esponjoso. O sea, que imaginaros el gusto que te podía dar eso.

LORENA: Pues ya ves. Pero, ¿follaste entonces con él o qué?

PATRI: Pues sí tía, porque como yo no soy tan descarada como Bea que se ríe de los tíos en su cara, jajajaja. Pues nada, me la metió como pudo y empezamos el lío. Pero como era tan pequeña pues no paraba de salírsele y yo tenía que estar metiéndomela constantemente, porque el tío para colmo era tan patoso que ni atinaba a metérmela. Y el resto pues os lo podéis imaginar, el tío moviéndose encima de mí y yo mirando para la pared sin enterarme de nada. La verdad que con éste no me molesté ni en fingir. Al rato se corrió y se salió y nada. El tío seguro que encima se creyó que había echado el polvo de su vida.

LORENA: Pues muy mal tía, con tíos de estos así con la picha corta es mejor no follar. Primero porque no disfrutas nada y encima tienes que fingir para no hacerle sentir mal al chico. Y segundo y más importante porque encima el cabrón seguro que se va a vacilar con los amigos de que ha estado follando contigo, que menudo polvo te ha echado, etc.

BEA: Es verdad. Yo desde hace un tiempo hago lo mismo tía.

LORENA: Yo por ejemplo os acordáis del novio aquel que tuve durante unos meses cuando vivía en mi casa antigua.

BEA: Sí, aquél rellenito.

LORENA: Exacto, ése. Que yo no sé cómo estuve para acabar con él. Pues nada, ése era otro de estos que estamos hablando. Además, con éste pude comprobar la leyenda esa que circula de que los gorditos la tienen pequeña. Yo no sé si será así para todos, pero con éste os aseguro que se cumplía. Pues bueno, lo que os contaba, que yo con éste lo intenté un par de veces al principio, pero como veía que era imposible alcanzar un orgasmo con aquella pollita pues sinceramente, se lo comenté y pasé de follar otra vez con él.

PATRI: ¿Entonces no hacíais nada?

LORENA: Claro que hacíamos. ¿Para qué te crees que tiene el hombre la lengua…?

PATRI Y BEA: Jajajajaja

BEA: Vamos, que se hartó de comerte la almeja

LORENA: Pues ya te digo. El menú del día para él era el mismo siempre: de desayunar conejo, de comer almeja, y de cenar mejillón.

PATRI Y BEA: Jajajajaja, qué cabrona

LORENA: Cabrona no tías. Encima que le ayudé a perfeccionar sus habilidades con la lengua, jajaja. Y el caso es que al final a base de comerme el chirri aprendió a hacerlo bien. De hecho yo creo que aguanté con él esos meses porque al final era un comedor de coños buenísimo. Además, ya sabéis la cantidad de jugos que suelto yo al correrme no?

BEA: Sí lo sabemos. Vamos, que eres de las que tiene que poner un plástico encima del colchón cada vez que folla, jaja.

LORENA: Exacto. Pues imaginaos la de flujo que pudo tragar el pobre chaval. Cada dos por tres tenía que estar duchándose. Al final me lo comía tan bien que cada vez que me lo comía le llenaba la cara de caldo.

PATRI: Pues nada, mira, si no valía para follar por lo menos buscaste la forma de que te diera gusto.

LORENA: Pues sí. Pero por eso te digo que con estos tíos que la tienen pequeña lo mejor no es follar y fingir como hemos hecho toda la vida las mujeres. Que hemos sido más tontas que nada. Sobre todo nuestras madres, que si su marido la tenía pequeña pues seguro que se han tirado toda la vida sin disfrutar. Lo mejor es convertirlos en unos buenos comedores de coños, os lo digo yo.

BEA: Pues sí. No, si al final tendremos que buscarnos un buen macho con un pollón grande para que nos folle y otro pichacorta de estos para que nos haga una buena limpieza de bajos, jajajaja.

PATRI: Bueno tías, ahora que estamos con este tema, ¿vosotras a partir de qué tamaño lo consideráis suficiente?

LORENA: Mujer, yo que sé. Yo diría que con menos de 12 cm no haces nada.

BEA: Joder tía, con qué poco te conformas tú. Yo con menos de 15 cm no hago nada.

PATRI: Pues lo mismo pienso yo. 15 cm como mínimo mínimo. Y unos 18 cm para que sea una polla bien. Y ya con 20 ó 21 cm son esos pollones que se nos hace la boca agua, jajajaja.

BEA: Claro tía. Es que yo, sinceramente, estoy harta del tópico ese de que el tamaño no importa. El tamaño claro que importa. ¿Y por qué si no cuando vemos esos pollones de 20 cm se nos mojan las bragas a todas? Pues ya os lo contesto yo. Porque aunque muchas no lo quieran reconocer, donde esté una buena polla que te llene bien que se quiten las pililas pequeñas.

PATRI: Es verdad. Cuando pillas un pollón de esos gordos y grandes, que te llena el coño, mmmm. Eso sí que son sensaciones. Además, ya que estamos con el tema y aquí en confianza os voy a contar un secreto, pero no se lo contéis a nadie, ¿eh?

BEA Y LORENA: Que no tía, no se lo contamos a nadie

PATRI: ¿Os acordáis de la despedida de soltera de Pili?¿Os acordáis del negrazo aquél que le contratamos para el striptease?

BEA: Sí

PATRI: ¿Os acordáis del cipote que se gastaba el amigo?

LORENA: Joder, para olvidársenos. La tenía morcillona y le llegaba por medio muslo

PATRI: Pues bueno, digamos que al ver aquello no me pude resistir y luego le contraté un servicio especial en mi apartamento…

LORENA: Joder, ¡qué guarrona! ¿Contrataste a un puto?

PATRI: Bueno, llámalo gigoló que suena mejor.

LORENA Y BEA: Jajajajajaja

PATRI: Pues bueno tías, me costó mis 200 euros, pero menudo polvo eché. Yo os lo recomiendo a las dos. Menudo pollón se gasta el tío. Si os acordáis como lo tenía morcillón, imaginaros como lo tendría en erección. 25 cm me dijo él y dudo que me mintiera

BEA: ¿Y eso tan exagerado no duele tía?

PATRI: Pues sinceramente, si te digo la verdad, algo sí que molestaba porque era bestial. Pero por otro lado al llenarte tanto es como si te tocara todas las terminaciones nerviosas, y aunque sientas ciertas molestias por un lado, te compensa con todas las sensaciones que experimentas. Además, si es que nada más pensar el pollón que te estás metiendo ya disfrutas. Yo sólo os digo que se la estaba chupando y el coño ya me estaba goteando.

LORENA: Joder, tú sí que te lo montas bien. Si es que los negros encima con la fama que tienen de tenerla grande…

PATRI: Fama no. Eso es un hecho científico tía. Simplemente, de media la tienen más grande. O sea, que ya sabéis, dentro de poco nos hacemos un viajecito por ahí a Jamaica por ejemplo.

TODAS: Jajajajaja

LORENA: Bueno tías, vamos a parar ya que cualquiera que nos oiga se va a creer que somos unas salidas.

PATRI: Eso, a ver si va a estar tu hermano por ahí

BEA: Qué va, si estamos solas. Y mejor que no nos oiga porque si no se iba a dar por aludido

PATRI: ¿Sí tía?¿Qué pasa, que la tiene pequeña?

BEA: Joder, si yo te contara. Digamos que mejor que vaya aprendiendo a repelar bien los coños

PATRI Y LORENA: Jajajaja, qué cabrona eres. Hasta de tu propio hermano te ríes.

Con aquel chascarrillo se acabó la conversación, y aquellas últimas palabras de mi hermana coincidieron con la eyaculación de mi pequeñito pene. Todavía aún no sé si aquella corrida vino producida por el morbo de ver hablar así de desvergonzadas a mi hermana y sus amigas o por saber por fin la opinión que ellas tenían de los que como yo tenemos el pene pequeño.

Como dije al principio y recuerdo ahora la conversación reproducida es real en un elevado porcentaje, excluyendo ciertas bromas y situaciones que se han introducido para hacer más morbosa la historia. Me gustaría que además de leerla esperando que hayan pasado un buen rato, hagan sus comentarios que siempre animan. Y especialmente en esta ocasión me gustaría ver reflejados los comentarios de las chicas ya que ellas son las protagonistas del relato. Un saludo.

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